bookmate game
Libros
Enriqueta Ochoa

Poesía reunida

Con Las Urgencias de un Dios -que postula un Dios como entidad latente, a merced del cuerpo y la conciencia que puedan concebirlo-Enriqueta Ochoa inaugura la fecunda y rigurosa ruta de quien se convertiría en una de las poetas mayores de la generación de medio siglo. Entréguese el lector, como la autora, a la palabra urgente con amorosa servidumbre. Este volumen reúne casi seis décadas de entrega a la poesía por la autora, desde Las urgencias de un Dios (1950) hasta Asaltos a la memoria (2004) y el libro inédito Los días delirantes. La suya es una poesía libre, intensa, emotiva. El ritmo es característica dominante que ordena y da sentido a los demás elementos. Su fuerza estriba en su sinceridad, en su transparencia, en la forma en que sus metáforas reflejan sus símbolos.
192 páginas impresas
Propietario de los derechos de autor
Bookwire
Publicación original
2013
Año de publicación
2013
¿Ya lo leíste? ¿Qué te pareció?
👍👎

Opiniones

  • Mauricio Coronelcompartió su opiniónhace 3 años

    De una poética de asombros en escalada, permite lecturas múltiples. En en plano vertical el verso libre es música que sacude el inconsciente. Mientras que horizontalmente borda temas que van de lo sacro, a lo mundano. Pinta con destreza las distancias entre las edades. Es poesía femenina y humana, universal y dolorosa. Angustia y asombra al mismo tiempo. Poesía reunida es amplio reflejo de un corpus trabajado una y otra vez.

  • Ana Saenzcompartió su opiniónhace 3 años
    👍Me gustó
    🔮Profundo
    🚀Adictivo

    Interesante su poesía y en varios poemas establece relaciones con sus coetáneos y seres queridos (familiares y amistades).

  • Mgfs 🥀compartió su opiniónel año pasado
    👍Me gustó
    🔮Profundo

Citas

  • Yeni Rueda Lópezcompartió una citahace 2 años
    Qué horrible es llegar tarde!,
    a todo sitio, tarde.
    No sé si estoy despierta,
  • Rafael Ramoscompartió una citahace 9 horas
    Gracias a Dios, mi hermano triunfó, se casó, tuvo siete hijos, pero su carácter, a pesar de ponerse por propio deseo en manos de buenos especialistas, se agriaba cada vez más, hasta que terminó viviendo solo, luego de haber dado estudios profesionales a sus hijos.
    Con frecuencia, él me preguntaba cómo le había hecho yo para lograr salirme con mi sueño de ser poeta, y yo le explicaba que le robaba muchas horas al sueño y que siempre me propuse esperar. Sergio habría sido un gran médico, amaba sus enormes libros de medicina que leía en toda oportunidad. Sus gustos por la música, la pintura, la historia, la novela; su ropa y la de mi cuñada, eran exquisitos. Sin embargo, fue cayendo poco a poco en el abandono; se acabó el tiempo en que se hacían los relojes con fornituras y aparecieron los relojes de pilas. Al poco tiempo mi hermano murió, a veces pienso que de una profunda tristeza.
  • Rafael Ramoscompartió una citahace 9 horas
    Mi hermano Sergio fue un niño hermoso y muy amado por mis padres. Fue el mayor de los hermanos; su inteligencia era sorprendente, pero somos precisamente los padres los que más destruimos lo que amamos. Era una criatura de seis años cuando mi padre lo llevó, después de su trabajo, a ver la película Frankenstein. De regreso a casa, el niño vio su imagen reflejada en unos cristales grandísimos que se encontraban recargados en el comedor; seguramente pensó: “Aquí está Frankenstein”, porque cayó sin sentido, golpeándose fuertemente la cabeza. Desde entonces, a pesar de las visitas médicas, el niño se aterrorizaba fácilmente y siempre estaba triste. Así llegó a la adolescencia, en la que menudeaban unos ataques que, pienso, tenían que ver con la epilepsia. Nosotros vivíamos en un pueblo pequeño con médicos generales a quienes jamás se les ocurrió sugerir a mis padres que lo llevaran con un neurólogo a Monterrey; su estado general se volvía más delicado ya que pasaba de sus mejores ideales a la mano firme de mi padre.

En las estanterías

fb2epub
Arrastra y suelta tus archivos (no más de 5 por vez)