E.T.A.Hoffmann

se compadecían de mí, pues se exigía que todo intelectual se inclinara cortésmente ante el arte, y que hablara también sobre lo que no sabe y amara y practicara la música.

Las cosas terribles de que hablas tienen su origen dentro de ti mismo, el mundo exterior y real tiene poco que ver.

Si tenemos la suficiente firmeza, el valor necesario para reconocer el camino hacia el que deben conducirnos nuestra vocación y nuestras inclinaciones, para caminar con paso tranquilo, nuestro enemigo interior perecerá en los vanos esfuerzos que haga por ilusionarnos.