Que lío con este libro. Para empezar, aburridisimo a más no poder. Parece una historia que sufrió el autor cuando era niño y que luego quiso dramatizar mucho (imagino que mientras escribía su texto le daba una ojeada al diccionario en busca de palabras graciosas que a él le sonaban poco usadas o frescas). Parece que le afecto muchísimo que su padre lo ignorara de vez en cuando, me parece todo muy exagerado: "una vez, cuando era apenas un niño Oaxaqueño, hice una voltereta frente a mi padre y el no la vio, así que hoy decido emborracharme por ese amargo recuerdo". WTF. Que estrés. Supe que sería una decepción desde la escena erotica con la novia del protagonista. Los hombres que escriben escenas de sexo son como: toque sus níveos pechos y luego ella dio saltos sobre mi miembro hasta que me corrí y me quedé dormido. No he leído Pedro Páramo completo, pero según hay mucha influencia de Juan Rulfo en este libro. ¿A Juan Rulfo también le atormentaba que su papá borracho nunca le prestara atención a sus tonterías de niño? Porque una de las razones principales de su acercamiento al alcohol fue eso, que se sentía desplazado cuando más refugio necesitaba. La relación padre-hijos siempre es complicada, especialmente entre varones, pero es que esto un berrinche y pataleo de ciento y tantas páginas. No me lo creo aún.
El curso de fantasmas , cuadros reales y horrendos van a conducir la inevitable senda hacia el colapso. La esperanza queda atrapada y diluida entre los recuerdos apátridas y la botella del mezcal de Arturo.