Así funciona el heteropatriarcado: nos enseñaron que la voz masculina vale más. Nos enseñaron que era normal publicar y reconocer más la escritura masculina. En cambio, leer a las escritoras representa un esfuerzo. ¡Para empezar hay que encontrar sus libros! Un proyecto como éste, que busca reivindicar, en primer lugar significa la voluntad de encontrarlas, de leerlas.