Libros
Fiódor Dostoievski

Diario de un escritor

«Esta obra singular, concebida por el autor como interludio entre novelas o trabajo preparatorio para El adolescenteLos hermanos Karamázov, es imprescindible para conocer y comprender al escritor y a la persona.» Jesús García Gabaldón, El País.
A raíz de aceptar la dirección de la revista El Ciudadano, comenzó a redactar el que habría de ser su libro más personal, extraño y desconocido. En Diario de un escritor el gran novelista ruso privilegia su compromiso moral con los sucesos más acuciantes de su tiempo, a través de una entreverada mezcla de géneros ?autobiografía, ficción, ensayo, crónicas judiciales, necrológicas, estampas de costumbres, breves tratados sobre el carácter nacional-, de la que resulta un experimento de arte integral, un triunfo de la pasión por la libertad humana.
En esta selección del inmenso cajón de sastre que es el Diario, impecablemente confeccionada y traducida por Víctor Gallego, se ha prescindido de consideraciones y polémicas hoy trasnochadas. Dos temas obsesivos, profundamente dostoievskianos, recorren sus páginas: los malos tratos a los niños en la familia y las causas de los suicidios. Junto a la ardorosa defensa de la piedad y la justicia, se encuentran también aquí los mejores relatos del autor: «La mansa», «El sueño de un hombre ridículo», «El mujik Marei» y, en especial, «Bobok», que constituye, según Bajtin, «casi un microcosmos de toda su obra».
834 páginas impresas
Publicación original
2012
Año de publicación
2012
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Citas

  • Adal Cortezcompartió una citael mes pasado
    El conocimiento es superior al sentimiento; la conciencia de la vida, superior a la vida. La ciencia nos proporcionará la verdadera sabiduría, ésta a su vez nos revelará las leyes, y el conocimiento de las leyes de la felicidad es superior a la felicidad».
  • Adal Cortezcompartió una citael mes pasado
    Esto es lo que suele suceder: en cuanto una persona dice una mentira y le sale bien, se aficiona tanto que incluye la anécdota entre los hechos incontrovertibles de su propia vida; y actúa de buena fe porque él mismo se lo cree de principio a fin; de hecho, en algunos casos, sería antinatural no creerlo.
  • Adal Cortezcompartió una citael mes pasado
    Éstas fueron mis conclusiones sobre el «asombro»:
    «Naturalmente, es estúpido asombrarse de todo, mientras no asombrarse de nada es mucho más elegante y, por alguna razón, se considera de buen tono. En mi opinión, no asombrarse de nada es bastante más estúpido que asombrarse de todo. Cabe añadir, además, que no asombrarse de nada es casi lo mismo que no respetar nada. Un hombre estúpido es incapaz de respetar».

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