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César Barba

Cafés de Europa

Según relatan los historiadores, el café se introdujo en Europa en el siglo XVII. Con su llegada al viejo continente, los locales donde se consumía se convirtieron en lugares de encuentro y de sociabilidad, de conversación e intercambio, espacios artísticos y literarios. En efecto, los cafés de antaño eran un sitio donde pasar tardes enteras, hacer vida social e incluso política y cultural. Tanto es así que se podría hacer una historia de la literatura de los últimos siglos, y quizás también del arte europeo, visitando las cafeterías a las que acudieron poetas, pensadores y artistas, en las que se entrecruzaban vidas anónimas y legendarias, reales y de ficción. Muchos de aquellos pioneros todavía subsisten, e incluso la tradicional cultura de los cafés de Viena ha sido incluida como «práctica social» en la Lista del Patrimonio Cultural Intangible de la UNESCO.
De ahí que hoy en día la visita de estos cafés tradicionales sea para muchos casi una peregrinación, un plan imprescindible durante sus paseos por muchas capitales europeas. Esperamos que esta selección y acercamiento a los mejores cafés de Europa sirva de guía y estímulo, con la única premisa de que conocer su devenir histórico haga que el café sepa incluso mejor.
81 páginas impresas
Propietario de los derechos de autor
Bookwire
Publicación original
2014
Año de publicación
2014
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Citas

  • Sara Gabrielcompartió una citahace 5 años
    Café de Flore
    Para muchos, el existencialismo francés nació en el barrio parisino de Saint-Germain-des-Prés, y acotando más en la esquina del bulevar Saint-Germain y la rue Saint-Benoit, donde en 1885 abrió sus puertas el Café de Flore. Este café fue el lugar de reunión y tertulias de Simone de Beauvoir y Jean-Paul Sartre durante los años de la ocupación alemana, y hoy conserva, mezclado con el aroma del café, el ambiente que la pareja y otros intelectuales le impregnaron por aquellos años.
  • Sara Gabrielcompartió una citahace 5 años
    Destinado originalmente a la alta sociedad de Oporto, el café fue también muy concurrido por políticos, bohemios e intelectuales, y desde sus inicios marcó un hito permitiendo el acceso a las mujeres, siendo el primer café de la ciudad que lo hacía, en un espacio destinado tradicionalmente a los hombres.
  • Sara Gabrielcompartió una citahace 5 años
    Se inicia así una época dorada en la cual el café se convierte en el centro de la vida social y cultural de la ciudad, en que sus lujosos salones son frecuentados por personajes de la talla de Oscar Wilde, Ernest Hemingway, Jean-Paul Sartre,

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