El problema de Dios

Conforme la ciencia ahondaba más en el funcionamiento del universo, la gente descubría motivos racionales y lógicos para creer en la existencia de Dios. Como dijo Allan Rex Sandage, conocido como el cosmólogo observador más grande de todos los tiempos: «Fue mi ciencia la que me llevó a la conclusión de que el mundo es mucho más complicado de lo que puede ser explicado por la ciencia».

si usted ve la serie original de Viaje a las Estrellas, creada en la década de 1960, hay muy poca religión en su representación del futuro. El mensaje subyacente, que era la suposición de la modernidad, era que la humanidad iba a progresar hasta llegar al punto de no creer en Dios. Así que, mientras la tripulación del Enterprise vuela por las galaxias, con pocas excepciones, la espiritualidad está mayormente ausente. Sin embargo, si ve Viaje a las Estrellas: La Próxima Generación, creada en los 80 y 90, las cosas son inmensamente diferentes. La gente es religiosa y espiritual, e incluso algunos de los miembros de la tripulación lo son.42 ¿Qué ocurrió en un lapso de veinte años?

Hace una generación la gente creía que cuanto más ahondaba la ciencia en el mundo (vía cosmología, biología y otras disciplinas), más se secularizaba la sociedad. En otras palabras, cuanto más cultos nos volvíamos, menos posibilidades había de que la gente fuera a creer en Dios. La realidad, no obstante, está demostrando exactamente lo contrario. De hecho, la creciente tendencia hacia la creencia en Dios en el mundo académico ha originado conversaciones acerca del «mito de la sociedad secular».

la idea de que somos criaturas racionales va en contra de la idea de que somos producto de la evolución. Dada una evolución sin guía, no es probable que criaturas como usted y yo jamás desarrollemos verdaderas creencias. Solo desarrollaríamos creencias que nos ayudarían a sobrevivir. Y si eso es cierto, entonces tenemos motivo para no dudar solo de nuestra creencia en Dios sino de nuestra creencia en todo, ¡incluyendo el naturalismo y la propia evolución! Todo lo cual es una debilidad que los filósofos han señalado durante años.

La evolución argumenta que lo que actualmente existe en nosotros, sea una característica física o emocional, no es nada más que lo que era y continúa siendo útil para sobrevivir, no lo que es necesariamente cierto. No obstante, la gente cree en Dios, por ejemplo, aunque la creencia en Dios no es necesaria para sobrevivir. De hecho, «la religión parece ser inútil desde un punto de vista evolucionista. Cuesta tiempo y dinero, e induce a sus miembros a hacer sacrificios que socavan su bienestar para el beneficio de otros, quienes a veces son completos extraños».

Se ha escrito bastante acerca de estos agujeros en la teoría evolucionista, lo cual debería ocasionar que colectivamente seamos por lo menos cautelosos antes de aceptar la visión del mundo a ciegas y con carta blanca. El propio Darwin citó los agujeros como «las dificultades más aparentes y graves para aceptar la teoría».

Hablo con mucha gente que dice: «La razón por la cual rechazo el cristianismo es porque yo ya creo en la evolución», pero no puede explicar inmediatamente por qué han adoptado tal marco de referencia, o posición de fe, a pesar de carecer de abundante evidencia que den apoyo a algunos de sus principios centrales

Nuevos acontecimientos en la ciencia muestran que las viejas interpretaciones están mal informadas. Tan solo esto debería hacer que cualquier escéptico sea cuidadoso al hacer declaraciones dogmáticas acerca de la imposibilidad de los milagros. Concluir que los milagros no pueden ocurrir no es un punto de vista neutral.

Timothy Keller señala que las dudas son simplemente un conjunto de creencias distintas. «No se puede dudar de la Creencia A», escribió él, «si no es desde la posición de fe de la Creencia B».27 Fíjese, por ejemplo, la duda escéptica de que Jesucristo realmente resucitó de entre los muertos. ¿Por qué la gente rechaza esto? Porque ya tiene una creencia anterior de que cuando muere la gente, no regresa de entre los muertos. Esto refleja el pensamiento que surgió de la Ilustración en el siglo xvii, y continúa siendo el libreto que la mayoría de nosotros leemos desde el nacimiento hasta la muerte en el mundo occidental. Pero una creencia en lo definitivo de la muerte y una creencia de que nada puede desafiar las leyes de la naturaleza son conclusiones no demostrables.

El hecho de este asunto es que todos tenemos una posición de fe, una interpretación de la realidad que no tiene una prueba definitiva. Esta posición de fe existe para que nos ayude a todos nosotros a enmarcar la realidad y dar significado a la vida —a contestar nuestras preguntas más profundas en cuanto a identidad, ambiente, orígenes y propósito.