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Libros
Monika Zgustova

Vestidas para un baile en la nieve

Desde que Aleksandr Solzhenitsyn sorprendió al mundo con su libro Archipiélago Gulag, se han publicado diversos testimonios y estudios que han ido completando el retrato de lo que fue el mayor sistema de campos de trabajo forzado de la historia de la humanidad. Pero han sido sorprendentemente pocos los textos que han tratado la historia de las mujeres en el gulag. Como si ellas hubieran tenido un papel residual en los campos y en la brutal represión del régimen estalinista en general. Fue todo lo contrario. Monika Zgustova, una de las especialistas en literatura e historia rusas más importantes de nuestro país, ha buscado durante los últimos nueve años a las pocas mujeres que siguen con vida de entre las que sobrevivieron al gulag para escuchar y transmitir su testimonio antes de que se perdiera para siempre. Las ha visitado en sus hogares en Moscú, Londres y París, y el resultado, contra lo que pudiera parecer, es un canto a la vida, a la literatura, a la amistad, a todas las personas y a todo aquello que les permitió sobrevivir. A través de los recuerdos y los objetos, libros y cuadernos que perviven de ese tiempo, Vestidas para un baile en la nieve, (la policía secreta soviética se llevaba a sus víctimas en cualquier momento, también cuando estaban a punto de acudir a un baile) traza el retrato de nueve mujeres y su tiempo en el gulag pero también su regreso a la vida cotidiana. Nueve mujeres, científicas, actrices, maestras, matemáticas, poetas, que son otros tantos ejemplos de superación y de profunda humanidad.
320 páginas impresas
Publicación original
2017
Año de publicación
2017
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Opiniones

  • Martha Lunacompartió su opiniónhace 2 años
    👍Me gustó
    🔮Profundo
    💡He aprendido mucho
    🎯Justo en el blanco
    💧Prepárate para llorar

    Mientras leía este ensayo también leía “Los muchachos de zinc” de Svetlana Alexievich, y aunque son sucesos diferentes en épocas apartadas uno del otro, no deja de conmover las duras circunstancias en que son narradas.
    En “Vestidas para un baile en la nieve” la autora entrevista a 9 valientes mujeres rusas que vivieron y sufrieron a causa del régimen Stalinista de finales de la Segunda Guerra Mundial, siendo acusadas de cualquier pretexto y condenadas a trabajos forzados en los infames “gulags” campos de concentración para prisioneros políticos, escritores, etc.
    Cuesta leer los sufrimientos que tuvieron que padecer no solo ellas sino a veces incluso sus familias, amigos y quienes estuvieron en esos terribles lugares, sin embargo al mismo tiempo, sus duras vivencias son también inspiradoras y ayudan a entender un régimen que hasta hoy sigue con una línea de represión oculta y violenta.
    El que más me conmovió fue el de Olga e Irina Ivinskaya, siendo la primera la amante y gran amor del escritor y poeta Boris Pasternak, y en quien se basó para su personaje Lara en “Doctor Zhivago”, su obra más reconocida pero también más censurada en su país Rusia.
    Cada historia simplemente te toca en lo más profundo. Ame esta lectura y ojalá la pueda conseguir en físico.

  • Ana Saenzcompartió su opiniónel año pasado
    👍Me gustó
    💀Espeluznante
    🔮Profundo

    Escalofriantes entrevistas a sobrevivientes a los campos represivos de Stalin. La concentración represiva es odiosa y sin embargo las mujeres logran establecer redes de apoyo con las cuáles mejoran un poquito sus condiciones de vida y trabajo terribles.

  • Mariza Rodriguezcompartió su opiniónhace 3 años
    👍Me gustó
    💧Prepárate para llorar

    Increíbles los relatos de mujeres en el gulag

Citas

  • Ana Saenzcompartió una citael año pasado
    “¿Qué crees que buscan tus enemigos? Verte frustrada, amargada, con la cabeza gacha. Si no quieres darles ninguna alegría a tus enemigos, mantén siempre la cabeza bien alta”.
  • Cristina Liceagacompartió una citahace 5 años
    Tenía unos ojos enormes como… como un lago al despertar el día. Verdes, transparentes, unos ojos claros y buenos. A medida que iba adelgazando por los trabajos forzados, más se agrandaban sus ojos.
  • Adal Cortezcompartió una citael año pasado
    Jamás habíamos utilizado una con la otra apodos cariñosos, por ejemplo. Solo aprendí a exteriorizar la ternura con mis hijos y nietos. La educación que me dio mi madre fue autoritaria. Según le confesó a una tía mía, me había tenido para darle sentido a su vida, pues en un momento dado había perdido las ganas de vivir. Me tuvo para sobrevivir, diría yo. Ella, sin embargo, no me lo confesó nunca. Creo que no era plenamente consciente de lo compleja que resultaba la maternidad en solitario. De ahí su frecuente intransigencia para conmigo.

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