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Jacques Lafaye

Quetzalcóatl y Guadalupe

Ensayo de historia cultural en el que se plantea el papel de los factores espirituales en la formación de la conciencia nacional de México de los siglos XVI al XIX.
820 páginas impresas
Propietario de los derechos de autor
Bookwire
Publicación original
2015
Año de publicación
2015
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Citas

  • gelivmecompartió una citahace 10 meses
    Los jesuitas pusieron el acento en la Inmaculada Concepción, y crearon las hermandades marianas, que contribuyeron poderosamente al desarrollo de los templos y de la propia devoción; pero en este mismo camino habían sido precedidos por los franciscanos. Desde el Tercer concilio provincial mexicano, reunido en 1585, la fiesta de la Inmaculada Concepción de la Virgen fue declarada obligatoria, bajo pena de pecado mortal. El culto a la Inmaculada tomó en España, y en el imperio, las proporciones de un asunto nacional; una Junta de la Inmaculada, creada por instigación de la monarquía española, se reunió episódicamente entre 1616 y 1770, con la mira de obtener la promulgación del dogma de la Inmaculada Concepción. Esta Junta permanecería hasta cerca de 1820
  • gelivmecompartió una citahace 10 meses
    La nueva Tonantzin, o, como hubiera dicho Sahagún, “Dios Nantzin”, venerada en el cerro del Tepeyac, tenía para españoles y criollos el nombre más familiar de Guadalupe. El origen y la significación de ese nombre son todavía discutidos; se está de acuerdo, en general, en reconocerle un radical árabe: guad, bastante generalizado en la toponimia peninsular (Guadalquivir, Guadiana, Guadalete, etc.) para designar ríos y arroyos; acerca de este punto hay pocas dudas. En cambio, el sufijo ha sido interpretado durante mucho tiempo como de origen latino: lupum, el lobo, de donde tendríamos “el río de los lobos”; fuera de que resultaría sorprendente la asociación de un radical árabe y de un sufijo latino culto (la evolución popular normal de la lengua castellana dio la forma moderna lobo), una breve investigación filológica (al es el artículo árabe) y una rápida mirada sobre el lugar nos llevan a pensar que guad al upe más bien significa río oculto, es decir, corriente encajonada. En el primer caso, el único que nos interesa por el momento, la Virgen recibió el nombre del santuario donde es venerada en el corazón de una sierra oriental de Extremadura (cerca de Las Villuercas) y que según la tradición fue fundado después de una aparición milagrosa de María. Esta tradición está bien establecida por una serie de relatos de los siglos XIV y XV, debidos a religiosos jerónimos, que tuvieron la guarda del santuario, desde 1389 hasta 1835.
  • gelivmecompartió una citahace 10 meses
    cosa que se debía remediar, porque el propio nombre de la Madre de Dios Señora Nuestra no es Tonantzin, sino Dios y Nantzin; parece esta invención satánica, para paliar la idolatría debajo la equivocación de este nombre Tonantzin, y los indios vienen de muy lejos, tan lejos como de antes, la cual devoción también es sospechosa, porque en todas partes hay muchas iglesias de Nuestra Señora, y no van a ellas, y vienen de lejanas tierras a esta Tonantzin, como antiguamente”.20 La lucidez del franciscano nos asegura la sinceridad de su intención: describir las antiguas formas de la religión mexicana para ayudar a “extirpar la idolatría

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