Ningún sistema de ideas puede traducirse directamente en un orden institucional, ningún pensador de algún alcance reconocería sus ideas en el arreglo jurídico, político, de un país concreto. El régimen soviético no era una materialización de las ideas de Marx, aunque se le nombrase constantemente, tampoco el sistema neoliberal vigente en buena parte del mundo es reflejo exacto de lo que pudo imaginar Friedrich Hayek, por ejemplo.