Una divertida sátira de las novelas románticas decimonónicas, la risa que precede al llanto y el llanto que se vuelve carcajada ante las pobres herramientas emocionales y relacionales de sus protagonistas, una oda a los horribles lugares comunes de lo peor de nuestra educación emocional cuya suma da pie a las famosas relaciones tóxicas que por tanto tiempo hemos padecido.
Qué novelón. Cuánta contundencia. He reído hasta más no poder. Hace tanto tiempo que no he disfrutado así una lectura (hay disfrutes intelectuales, sentimentales, existenciales... pero este es ooootra cosa). De una sentada me la pude comer, como un buen taco (pero con salsa verde). Estoy segura de que me la repetiría y se la quiero regalar a todas mis amigas. Hoy duermo feliz.