también conocida como Armenia arrasada, basada en el libro homónimo publicado el año anterior por una joven superviviente del genocidio armenio, fue uno de los primeros spectaculars de Hollywood, un nuevo género cinematográfico que conjugaba efectos especiales y presupuestos desorbitados para dejar a los espectadores boquiabiertos. Esta cinta en concreto era aún más inmediata y poderosa por cuanto incorporaba otro género novedoso, el noticiario, popularizado durante la Primera Guerra Mundial, que había llegado a su fin solo dos meses antes. La película estaba, como suele decirse, «basada en hechos reales».