Al mismo tiempo se desplegó, sobre todo en la región central, la profunda creatividad espiritual que ha dado a los mayas un lugar excepcional en la historia de la humanidad: la escritura se desarrolla hasta convertirse en la más avanzada de América, despuntan la matemática, la astronomía y la cronología, conocimientos que podemos llamar “científicos”, desde la idea occidental de ciencia, pero que para ellos fueron una forma de conocer y manejar las energías sagradas emanadas principalmente de los astros, los cuales fueron concebidos como seres divinos o como epifanías de lo sagrado; pero esos conocimientos también constituyeron una forma de consolidar el derecho de los linajes ilustres a gobernar y mantener su dominio sobre el pueblo.