bookmate game
Gratis
E.T.A.Hoffmann

El hombre de arena

  • Antonela Espinozacompartió una citahace 3 días
    El Hombre de Arena me había deslizado en el mundo de lo fantástico, donde el espíritu infantil se introduce tan fácilmente.
  • Antonela Espinozacompartió una citahace 3 días
    «Vamos niños, a la cama… ¡el Hombre de Arena está al llegar…! ¡ya lo oigo!».
  • Dimmoisellecompartió una citahace 10 meses
    ¡Cómo hablan de lagos y de espejos! No podemos contemplar a esta muchacha sin que su mirada haga brotar de nuestra alma cantos y armonías celestes que nos sobrecogen y nos animan. ¿Acaso no cantamos nosotros también, y alguna vez hasta creemos leer en la tenue sonrisa de Clara que es como un cántico, no obstante algunos tonos disonantes?
  • Dimmoisellecompartió una citahace 10 meses
    ¿Quién no ha sentido latir su sangre en las venas y un rojo ardiente en las mejillas?
  • Sofi An Cruzcompartió una citael año pasado
    -¿No puedes mirarme? Coppelius te ha engañado, no eran mis ojos los que ardían en tu pecho, eran ardientes gotas de sangre de tu propio corazón… yo tengo mis ojos, ¡mírame!
  • Eunice Banderascompartió una citahace 2 años
    Pensó entonces que las almas frías encerraban estos profundos misterios sin saberlo, y que Clara pertenecía a esta naturaleza secundaria, por lo cual decidió hacer todo lo posible para iniciarla en tales secretos.
  • Eunice Banderascompartió una citahace 2 años
    La vida era sólo sueños y presentimientos; hablaba siempre de cómo los hombres, creyéndose libres, son sólo juguete de oscuros poderes, y humildemente deben conformarse con lo que el destino les depara.
  • Eunice Banderascompartió una citahace 2 años
    Quizá creerás, lector, que no hay nada tan maravilloso y fantástico como la vida real, y que el poeta se limita a recoger un pálido brillo, como en un espejo sin pulir.
  • Eunice Banderascompartió una citahace 2 años
    Sólo la creencia en su poder enemigo las vuelve enemigas.
  • Eunice Banderascompartió una citahace 2 años
    Si tenemos la suficiente firmeza, el valor necesario para reconocer el camino hacia el que deben conducirnos nuestra vocación y nuestras inclinaciones, para caminar con paso tranquilo, nuestro enemigo interior perecerá en los vanos esfuerzos que haga por ilusionarnos.
fb2epub
Arrastra y suelta tus archivos (no más de 5 por vez)