Elaborar una biblioteca digital con códigos QR como experiencia colectiva de un curso o la totalidad de la escuela e impulsar a los estudiantes a que sean ellos quienes elijan las lecturas para compartir puede ser una propuesta motivadora. Con un poco de ingenio, y atendiendo a los siguientes capítulos de este libro, una biblioteca aumentada elaborada por estudiantes puede incorporar enlaces a breves reseñas audiovisuales.
Artículo del diario Clarín sobre las bibliotecas aumentadas subterráneas de la Ciudad de Buenos Aires
b. Tabla periódica de los elementos aumentada
El mismo principio que guía la elaboración de una biblioteca aumentada con códigos QR puede aplicarse para construir una tabla periódica dinámica.
Las tablas periódicas contienen información debajo del símbolo de cada uno de los elementos. Peso atómico, masa, tipo de elemento, estado en la naturaleza, etc. La elaboración de una tabla periódica aumentada puede reemplazar esos datos debajo de cada elemento por un código QR que remita a un conjunto de información más amplia que la que ofrece una tabla periódica tradicional