Lisa Kleypas

Esposa Por La Mañana

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Durante dos años, Catherine Marks ha trabajado como dama de compañía de las hermanas Hathaway, un empleo agradable con una única pega: Leo Hathaway, el hermano mayor, es realmente exasperante. Cat no puede creer que  sus constantes discusiones puedan enmascarar una atracción mutua, pero cuando una de sus peleas termina con un beso, se queda sorprendida con su poderosa respuesta… y más aún cuando Leo le propone una peligrosa relación.Leo debe casarse y engendrar un heredero en el plazo de un año para salvar el hogar de su familia. Pero la conducta intachable de Catherine oculta un secreto que podría destruirla. Sin embargo, para Leo ella es fascinante y realmente tentadora, aun siendo un hombre resuelto a no volver a amar. El peligro que Cat intenta vencer está apunto de separarlos para siempre… a menos que estos dos amante escarmentados puedan hallar un modo de disipar las sombras y sucumbir a sus deseos…
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341 páginas impresas
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Opiniones

  • Ivanna Peñaloza Acevedocompartió su opiniónhace 6 años
    👍Me gustó
    💞Romántico
    😄Divertido

    Leo Hathaway es mi favorito de todos los tiempos xD

  • French😃compartió su opiniónhace 3 años
    👍Me gustó
    🚀Adictivo

Citas

  • Ivanna Peñaloza Acevedocompartió una citahace 6 años
    —¿Habéis decidido cómo se llamará? —preguntó Amelia.
    —Emmaline.
    —Un nombre francés; es muy bonito. —Por alguna razón, Amelia no pudo evitar reír levemente—. ¿Cómo le hubieseis puesto si hubiera sido niño?
    —Edward.
    —¿Como papá? Qué encantador. Pues me parece que le va a sentar muy bien.
    —¿A quién? —preguntó Leo, que seguía ensimismado con su hija.
    Amelia tomó el rostro de su hermano con la mano y lo guio hacia la puerta, donde Win les estaba mostrando otro pequeñín a Merripen, Cam y Beatrix.
    A Leo se le pusieron los ojos como platos.
    —Dios mío. ¿Gemelos?
    Cam se acercó a él con una sonrisa de oreja a oreja dibujada en el rostro.
    —Felicidades; es un niño precioso. Se puede decir que has entrado en la paternidad con ganas, phral.
    —Has tenido a tu heredero justo a tiempo —agregó Beatrix—, ¡solamente quedaba un día!
    —Un día, ¿para qué? —preguntó él, confuso, devolviéndole la niña a Amelia y tomando en brazos a su hijo. Entonces, contempló su carita y se enamoró por segunda vez aquel día. Era demasiado para su abrumado corazón.
    —Para que caducara la cláusula por la cual podías perder la casa, ¿para qué si no? —contestó Beatrix—. Ahora, podremos quedarnos con ella.
    —No puedo creer que pienses en eso en un momento como éste —le reprochó Leo.
  • Ivanna Peñaloza Acevedocompartió una citahace 6 años
    Tengo que preguntarte algo, Marks.
    Ella se incorporó de inmediato, dejando que Dodger se le enroscara en el cuello.
    —Ya no recuerdo si se trata de la quinta o la sexta proposición de matrimonio —señaló él.
    —Tan sólo la cuarta.
    —Te lo volví a pedir ayer. ¿Cuentas ésa?
    —No; en realidad, más que «cásate conmigo», lo de ayer fue más como «haz el favor de bajarte del techo».
    Leo enarcó una ceja.
    —Tienes toda la razón. Seamos serios, pues —dijo.
  • Ivanna Peñaloza Acevedocompartió una citahace 6 años
    —Mi hermano mayor —susurró—. Otra vez has venido a buscarme.
    Catherine sintió la sonrisa de Rutledge contra el pelo.
    —Y lo haré las veces que haga falta —respondió él, levantando la vista y mirando a Leo con arrepentimiento—. Será mejor que te cases con él, Cat. Un hombre dispuesto a hacer esto por ti merece la pena.

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