imaginar y escribir un relato procura no excederte en las reacciones de los personajes. La contención y la inmovilidad de un personaje que está en peligro genera mucha más tensión que los gritos, carreras y grandes gestos heroicos. En la vida cotidiana hay millones de situaciones de tensión que se resuelven sin desatar guerras nucleares, y que, sin embargo, son muy violentas para los que las sufren. Mostrar el gesto de alguien que aprieta el puño dentro del bolsillo puede generar más tensión y emoción que describirlo dando puñetazos a diestro y siniestro. Es más habitual y, curiosamente, menos tópico.