Este libro es como poesía escrita en prosa, las palabras para describir la vida de un gato o con un gato son acertadas en el sentido más bonito. No se si puedan convencer a alguien a quien no le gustan estos seres de lo contrario, pero al menos a quienes si nos gustan nos va a recordar el día a día.
Muy tierno y dulce, aunque de repente triste (cuando se ha perdido un compañero gato)
Nótese que viene de alguien que tiene 6 gatos, pero los momentos donde lloré me parecieron forzados por la autora. Empezó muy bien, pero luego fluctuó hacia lo anecdótico, donde varias escenas cotidianas de la vida de un gato se suceden sin ton ni son; sin estructura visible y menos un argumento. En ese sentido se asemeja a muchos ensayos modernos.
Ahora bien, la primera sección de la muerte del gato sí pega y pega re duro.
Repito, me encantan los gatos y hubo momentos llenos de angustia y ternura, mas este libro ya se difumina de mi memoria. Como un gato, la prosa vive en eterno presente y cuando se va, solamente deja bolas de pelos que renunciaremos a limpiar.
📣 "Y a nosotros se nos saltan las lágrimas cuando, esgrimiendo una bayeta impregnada de líquido limpiador multiusos, vamos borrando esas huellas y recuperando como exclusivamente nuestro este lugar que fue su territorio. Tenemos la sensación de estar conquistando una tierra desierta, un sitio vacío."