Nariné Abgarian

Y del cielo cayeron tres manzanas

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En la pequeña aldea de Maran, enclavada en lo alto de las montañas en un rincón olvidado del Cáucaso, un lugar donde los sueños, las maldiciones y los milagros se toman muy en serio, una comunidad unida discute, cotillea y ríe sin que el paso del tiempo la afecte.En su vida cotidiana –cosechando, haciendo baklava, limpiando las casas–, los aldeanos se apoyan unos a otros en los buenos y en los malos momentos. Sin embargo, a veces basta una chispa de romance para que la vida dé un vuelco, y un complot para unir a dos de los habitantes más obstinadamente solteros de Maran pronto da al pueblo algo nuevo de qué hablar…
Y del cielo cayeron tres manzanas es una fábula conmovedora que capta brillantemente la idiosincrasia de una pequeña comunidad. Llena de imágenes suntuosas y humor cálido, es una vibrante historia sobre la resistencia, la belleza de los pequeños detalles y el lujo de la amistad cotidiana.
Este libro no está disponible por el momento.
240 páginas impresas
Publicación original
2023
Año de publicación
2023
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Opiniones

  • Dianela Villicaña Denacompartió su opiniónel mes pasado
    👍Me gustó
    💡He aprendido mucho
    🐼Adorable

Citas

  • Dianela Villicaña Denacompartió una citael mes pasado
    Pero ¡si no ve más allá de sus Sagradas Escrituras! Y ofrece consuelo de una forma que dan ganas de encerrarlo en el sótano y enterrar la llave para que no salga —protestó Mamikón.
    —¡Eres un idiota! —el sacerdote le enseñó los dientes—. Vasó, te lo voy a explicar con palabras sencillas —Mamikón le dio la espalda—. Si yo estuviera en tu misma situación, tampoco estaría tranquilo, sinceramente. Pero eso significa ser un hombre, dudar y no retroceder. ¿Tengo o no tengo razón?
  • Dianela Villicaña Denacompartió una citael mes pasado
    En cuanto se le desvaneció la primera alegría, un miedo persistente y tenebroso se apoderó de su alma. Anatolia y él ya no eran jóvenes y pronto abandonarían este mundo. ¿A quién le dejarían el bebé? Además, Marán no era el lugar más adecuado para que creciera, pues el pequeño necesitaría muchas cosas: una escuela, juegos, otros niños… ¿Cómo iba a vivir allí, en medio de unos viejos a los que vería partir uno por uno al otro mundo?
  • Dianela Villicaña Denacompartió una citahace 2 meses
    Pues si ya lo sabes… Mira cómo vivimos nosotros. A la espera de la muerte. Entre un entierro y otro. ¿Qué nos queda? Ni alegría ni esperanza. Entonces ¿por qué dejar pasar la oportunidad de hacer a alguien un poco más feliz? Si no piensas en ti, por lo menos piensa en él.

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