Creación de valor compartido en organizaciones cooperativas de la región Caribe colombiana

En tal sentido, por lo que se refiere a las dimensiones de estudio desde la perspectiva de la creación de valor compartido en las organizaciones, se identificó:
a)Primero: la redefinición de productos o mercados, lo cual está orientado a satisfacer necesidades sociales, ya sea adaptando productos o identificando nuevos segmentos de mercados; logrando así impactar con soluciones a problemas sociales. Un ejemplo de ello en redefinición de mercado es la empresa Grameen Bank, ubicada en Bangladés, que tiene enfoque de desarrollo comunitario y presta servicios financieros a personas en condición de pobreza sin exigir garantías.
b)Segundo: la redefinición de la productividad en la cadena de valor, es decir, mediante el desarrollo de proveedores, por medio de la facilitación de tecnología, de financiación, de trasferencia de conocimiento y recursos para el proceso productivo; esto, sobre todo con empresas pequeñas locales, lo cual redunda en beneficios para la empresa, como es el caso de la empresa Nestlé, que trabaja con pequeños proveedores locales.
c)Y tercero: desarrollo de clústeres locales de empresas, la asociación de empresas diversas en su naturaleza, como universidades, cámaras de comercio, gobernaciones, alcaldías, gremios y empresas de diferentes actividades económicas de la cadena productiva de una actividad económica favorece los procesos de innovación y productividad de los sectores y de las empresas participantes. A manera de ejemplo se destaca el de la Fundación Melinda Gates, organización que viene rabajando en la conformación de clústeres locales agrícolas para países en desarrollo.

Michael Porter fue el pionero en tratar el tema de clúster, definiéndolo como una “concentración geográfica de empresas e instituciones interconectadas en un sector particular” (Porter, 1998, p. 78). Según Mendoza (2014), los clústeres son entidades “de mucha energía, los cuales se manifiestan en sus transacciones e intercambios” (p. 89). Los clústeres facilitan otros tipos de colaboración o de asociación entre empresas, ya que la concentración geográfica y el contacto continuo ayudan a establecer unas relaciones de confianza mutua. La colaboración por medio de estructuras organizativas en red es más usual cuando las empresas están localizadas cerca unas de otras, aunque también pueden conformarse redes de empresas alejadas entre ellas, de una cadena de suministro, y/o entre empresas asociadas.

Desde la literatura se han definido tres dimensiones para crear valor compartido:
1.Redefiniendo productos y mercados.
2.Creación de clústeres locales.
3.Redefiniendo la productividad en la cadena de valor.

Grameen Bank, cuyo propósito era romper el círculo vicioso de las personas pobres excluidas del crédito en Bangladesh (p.8).
- Wells Fargo, quien desarrolló una línea de productos y herramientas que ayudan a los clientes a elaborar presupuestos, gestionar créditos y pagar deudas (p.8).

Según la revisión de la literatura de este documento, la creación de valor compartido se puede estudiar desde tres dimensiones: redefiniendo productos y mercados, redefiniendo la productividad en la cadena de valor y creando clústeres locales.

Porter y Kramer (2011) y Pineda (2014). Estos coinciden en la necesidad de generar competitividad, teniendo como centro la creación de riqueza y prosperidad en las comunidades locales, obteniéndose de esta manera impacto en doble sentido; es decir, en las comunidades desarrollo social, en la región crecimiento global, y en la empresa, desarrollo de productos y nuevas prácticas empresariales.

En Colombia, por su parte, se encontró el trabajo realizado por Enciso (2017), en el cual se afirma que las cooperativas tienen elementos a favor para crecer y ser rentable, pero deben hacer cambios y romper paradigmas que las limitan, reforzando su estrategia comercial, y diferenciándose en el mercado para lograr un posicionamiento a largo plazo. Por su lado, Pardo y Huertas (2014) resaltan que el sistema cooperativo financiero en Colombia ha perdido confianza y existe desconocimiento general de los beneficios con los que cuenta, las cooperativas financieras han perdido su identidad, gestionándose como empresa del sector privado, descuidando satisfacer las necesidades identificadas.

responsabilidad social empresarial (RSE)

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Es así como Castaño (2014) concluye que para crear dicho valor las organizaciones deben encontrar oportunidades de negocios que subyacen en las problemáticas del entorno y dejar de ver las necesidades sociales desde una óptica filantrópica. Por otro lado, Mutis (2013), considera que el valor compartido se crea combinando el lucro con el bienestar social, ubicando los problemas sociales y ambientales en el centro de la gestión empresarial, yendo más allá de la responsabilidad social empresarial y las utilidades inmediatas.