Libros
Ignacio Padilla

La vida íntima de los encendedores

Contra la evidencia científica y la satanización del pensamiento mal llamado supersticioso, la sociedad contemporánea no acaba de aceptar la extinción del alma de las cosas, de la misma manera en que no puede renunciar a los mecanismos defensivos que nos ofrecen la ficción, la imaginación, la fe, y la sugestión que, como el animismo, alguna vez mostraron su eficiencia para sobrellevar el desconcierto, la tensión, el miedo y la creciente soledad que nos provoca el universo material.

Frente a la impasibilidad de las cosas, el hombre moderno acude a la ficción animista, porque la lógica sigue siendo insuficiente para desentrañar los más antiguos misterios que aquellas nos suscitan. Si renunciásemos a creer en la divinidad, en la vida de los objetos o en el alma de los animales quedaríamos indefensos frente a la materia inerte. Antes que aceptar la soledad cósmica, el pensamiento mágico del hombre ultramoderno prefiere asumir que los objetos están vivos, y así en consecuencia tratarlos o maltratarlos. Nos resistimos a entrar en una madurez refractaria al misterio, todavía rechazamos la idea de que lo otro no está vivo. Deslindar las raíces del cómo, el porqué y el hasta dónde de la avidez animista de la sociedad ultramoderna es lo que anima en el fondo este libro.
180 páginas impresas
Propietario de los derechos de autor
Bookwire
Publicación original
2016
Año de publicación
2016
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Citas

  • Ruben Pinedacompartió una citahace 3 años
    Atribuir vida a los objetos sería entonces un necesario recurso defensivo, una más de las muchas herramientas con las que la imaginación nos permite lidiar con dos extremos de la realidad, antagónicos aunque parejamente aterradores: lo inexplicable y lo excesivamente razonable.
  • Ruben Pinedacompartió una citahace 3 años
    Evasión, juego o ambas cosas a la vez, el animismo contemporáneo nos devuelve a un pesadillesco País de las Maravillas donde los objetos se dicen nuestros amigos exigiéndonos que los comamos, los bebamos o los compremos.
  • Ruben Pinedacompartió una citahace 3 años
    Hallar vida en un objeto inanimado es más que una indulgente contravención a los mandatos de la lógica: es la expresión espontánea y necesaria del pasmo que produce la consciencia de nuestra propia finitud, nuestra pírrica rebelión contra el hecho ineluctable de que también nosotros terminaremos por ser cadáveres, pura materia inanimada.

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