LA PONCIA.— No pasa nada por fuera. Eso es verdad. Tus hijas están y viven como metidas en alacenas. Pero ni tú ni nadie puede vigilar por el interior de los pechos.
Danielcompartió una citael año pasado
BERNARDA.— Cada uno sabe lo que piensa por dentro. Yo no me meto en los corazones, pero quiero buena fachada y armonía familiar. ¿Lo entiendes?
Danielcompartió una citael año pasado
ADELA.— Yo no. A mí me gusta ver correr lleno de lumbre lo que está quieto y quieto años enteros