Libros
José Manuel Cuesta Abad,Carlota Fernández-Jáuregui Rojas

Raíz Celan

«Aún / hay cantos que cantar más allá / de los hombres». Estos versos de Paul Celan ofrecen una clave para comprender la singularidad radical de uno de los mayores poetas europeos del siglo XX. En Celan el poema siempre lleva consigo lo humano y al mismo tiempo lo trasciende, en el sentido de que sobrepasa el horizonte crepuscular de una tradición humanista que ha llegado a convivir pacíficamente con la destrucción de los valores y los ideales que ella misma consagrara durante siglos.
La obra de Celan resulta así inseparable de un pensamiento poético que pregunta por lo humano desde la catástrofe. Este libro muestra en qué medida su poética hereda el legado ya en crisis de la lírica moderna y lo transforma en una «lírica del desastre» que descubre en la lengua del poema una experiencia única y extrema. Experiencia destructiva que sin duda marcó a hierro y fuego la historia europea y dejó huellas indelebles en la vida y en la obra del poeta; pero experiencia límite también, y aun más decisiva, del propio lenguaje como deseo de una «lengua madre» que abre en el texto poético el abismo del amor y la muerte donde encuentra su raíz última la existencia. Raíz Celan: un poema de La rosa de nadie, titulado «Radix, Matrix», hace las veces de hilo de Ariadna en la lectura desideral que aquí se propone de la tríada en torno a la que gira la escritura poética celaniana: Poema — Lengua — Abismo.
442 páginas impresas
Propietario de los derechos de autor
Bookwire
Publicación original
2022
Año de publicación
2022
Editorial
Trotta
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Opiniones

  • Emmanuelcompartió su opiniónel año pasado
    👍Me gustó
    🔮Profundo
    💡He aprendido mucho
    🎯Justo en el blanco

Citas

  • Emmanuelcompartió una citael año pasado
    como si las palabras abrieran una distancia entre quien escribe y su dolor, cada una de ellas es marca sonora de un silencio, grito o señal que retorna de una ausencia, compañía y respuesta de ese dolor que en su repetición nos tranquiliza. Como si las palabras, al escribir, entraran en una habitación y allí, al tropezarse revoloteando con todas las cosas, hicieran un ruido que revelara su existencia. Esa es la «melodía de las cosas» de la que hablaba Rilke y no consiste en oír el ruido de cada palabra en su encuentro con lo que le sirve de obstáculo, sino el fondo silencioso que hay entre las cosas y se extiende como un murmullo que mece, un silencio de palomar que calma y apacigua.
  • Emmanuelcompartió una citael año pasado
    el poema es el lugar de la ruptura y del desgarro entre tiempos, es la pérdida abismal que articula el resto de las pérdidas, la enorme boca que abre y da forma a la pérdida misma.
  • Emmanuelcompartió una citael año pasado
    No nos pertenece la lengua porque somos sus hablantes quienes le pertenecemos; no la tenemos porque ella nos tiene, y solo en ella nos tenemos

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