Se presentan aquí textos en los que se puede destacar la conclusión de que, pese a todo, origen es destino y la nación -circuito de emotividades— nutre a las obras de temas, atmósferas y habla, “particulariza” la visión del mundo y aporta un lenguaje, una vida familiar, un relato cruzado de logros y fracasos y de amores y de odios, un conjunto de juicios y prejuicios, una historia a la que se pertenece y una jerarquización de lo real.