todas las personas, especialmente las mujeres, a ser «perfectas», «delgadas», «maravillosas»; por qué necesité controlar una parte de mi vida, la comida, para sentir seguridad (una falsa seguridad) en otras partes de mi vida; perfeccionismo, autoexigencia. Gracias a la psicoterapia pude descubrir todo lo que estaba debajo del concepto «trastorno de la conducta alimentaria», ser compasiva conmigo, entenderme y tener las herramientas para «volar sola».