La comida es la gran compañera de viaje. No importando en qué punto del mundo se encuentren, Adrix y la comida logran encontrarse. La comida es un ancla. Está ahí siempre: fiel, dispuesta e incondicional. Ha estado en momentos de gozo, de angustia y de soledad. Ha sido fuente de conexión y desconexión. Búsqueda de amor y pertenencia. Identidad.