Porque la mutación desbocada y la multiplicidad del sujeto, en su relación continua con otros objetos y sujetos a su vez dinámicos y cambiantes, es aquello que va contra los pilares básicos necesarios: la familia patriarcal, el respeto a las tradiciones, el culto a la personalidad y la singularidad, la interioridad del yo... En definitiva, los pilares necesarios para sostener la idea de lo humano.