Neva Milicic Müller

Citas

Javier Roblescompartió una citahace 2 años
A continuación se presentan ciertas prácticas de la terapia narrativa, extraídas de Payne (2003), que con modificaciones adecuadas a las etapas del desarrollo de los niños se aplican en distintos momentos de la terapia grupal:

• Favorecer un relato más completo: Utilizar preguntas detalladas y concretas para demostrar interés por toda la gama de efectos del problema. Se busca ampliar la mirada, privilegiando aspectos desatendidos de la experiencia, mostrando curiosidad por las vinculaciones y promoviendo la imaginación de acontecimientos futuros. Alentar a los niños a través de preguntas abiertas como “cuéntame un poco más, expláyate, cómo ves el futuro, qué crees tú que explica lo que te pasó”.

• Preguntas de influencia relativa: Apuntan a dos tipos de descripción. Por un lado, la influencia que el problema ha tenido y tiene en la vida de la persona. Por otro, la influencia que la persona ha tenido y tiene en la vida del problema. Inducir la autorreflexión de los niños en el análisis de sus dificultades los ayuda a lograr percibir el peso relativo que éstas tienen en su vida.

• Invitar a la persona a nombrar el problema: Ponerle un nombre específico al problema, quizás una palabra o una frase corta, permite recuperar un poco de control. Bautizar el problema añade énfasis y concreción a la vez que permite imponer sobre algo o alguien amenazante una identificación elegida conscientemente. Por ejemplo: “Tengo que aprender a mandar mis miedos”. En el trabajo con los niños, es importante que esta narrativa sea planteada desde una lógica positiva, visualizando en forma de aprendizaje guiado lo que tienen que lograr.

• Externalizar el problema: Significa mantener la actitud de que las dificultades son algo que afecta a la persona, no algo que forma parte de ella. Por ejemplo: “Tú eres un niño que está teniendo malas notas no eres un niño tonto”.

• Lenguaje metafórico: Todo lenguaje es metafórico en la medida que las unidades habladas o escritas simbolizan sus referentes sin que éstos estén presentes. Por esto, se dice que el lenguaje “crea” la realidad y, de ahí la importancia de cómo se emplee. Por ejemplo: “Parece que la soledad te ha acompañado la mayor parte de tu vida”, en vez de “siempre has sido una persona solitaria”. No todos los autores de la narrativa utilizan el lenguaje metafórico.

• Deconstrucción de desen‍
Javier Roblescompartió una citahace 2 años
• Deconstrucción de desenlaces inesperados: Una vez que el niño o adolescente ha mencionado aspectos de su experiencia que permiten negar, contradecir o modificar su relato del problema, el terapeuta, por medio de preguntas, lo invita a explayarse y considerar la medida en que desentonan con la propia narrativa. Se trata de ampliar el relato y descubrir aquellos acontecimientos extraordinarios que contradigan el relato dominante y permitan romper la coherencia. Esta intervención favorece que la descripción alternativa se fortalezca en lugar de disolverse. Permite que la persona contemple su experiencia con mayor perspectiva, escribe una historia más rica y sienta las bases del cambio futuro.

• Uso de documentos terapéuticos: El terapeuta puede emplear documentos escritos, ya sea de su propia autoría o de la persona que consulta. Estos se utilizan para resumir los descubrimientos de la persona y consolidar el progreso; la palabra escrita es más permanente que la hablada. En este sentido, la completación de frases hechas por el niño, la escritura de cartas a sí mismos o a otros, en los más adolescentes, pueden ser un buen ejemplo de documentos terapéuticos a utilizar.
Javier Roblescompartió una citahace 2 años
Existe consenso que una de las figuras más importantes es Kurt Lewin, quien trabajó en el MIT en Boston en 1946, realizando seminarios de grupos cuando recién terminaba la segunda guerra mundial, época en que el espíritu que impregnaba el mundo intelectual era trabajar en reconstruir y evitar nuevas guerras. Este movimiento generado a partir de la figura de Lewin, que se desarrolló en un pequeño pueblo llamado Bethel, originó una asociación llamada National Training Laboratories (NTL), cuyo objetivo era capacitar a monitores en ciertas habilidades básicas que les permitieran actuar como agentes de cambio. Kurt Lewin (1935), científico social, planteó una metateoría de la conducta humana. Desde su perspectiva, los procesos de grupo son campos estructurados que están constituidos por elementos que se relacionan entre sí. Él concibió el grupo social como una totalidad dinámica, donde observar cada elemento por separado carece de sentido. Para el autor, el conjunto y sus partes son igualmente relevantes y la totalidad posee características propias definidas (Lewin, 1951). Así, la conducta del grupo se distingue de la de sus miembros aunque funcionalmente se asocie a ella
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