informe Rundle no era más que una tapadera, una muestra de la cultura de la impunidad que se imponía en Florida cuando se trataba de crímenes cometidos por guardias de seguridad. En declaraciones al Herald, Milton Grimes, el abogado defensor de la familia Rainey, dijo: «Estamos consternados ante el hecho de que la abogada estatal no haya prestado mayor atención a este caso y no haya visto la criminalidad de las personas involucradas en él».[2