Imagina que los sobrevivientes de un naufragio quedan a la deriva. Después de muchas horas, el agua de mar les parece apetitosa. Quienes la beben, en vez de mitigar su sed, la aumentan, al grado de casi enloquecer, y mueren más rápido. La pornografía, el alcohol, la droga y el libertinaje sexual son como el agua de mar. Si quieres destruir tu vida, bébela