María Elvira Bermúdez

  • Manuela Herazocompartió una citahace 2 años
    El sol, dueño y señor de esas regiones floridas y Injuriantes, fue amortiguando sus fulgores.
  • Marcia Ramoscompartió una citahace 9 meses
    contestar; pero al fin antepuso la paz conyugal a su vanidad de don Juan y replicó
  • Marcia Ramoscompartió una citahace 9 meses
    La señora Román se apresuró a bajar con el aire más inocente del mundo, después de colgar el audífono sin hacer ruido
  • Natcompartió una citahace 2 años
    Y así sucesivamente. El joven abogado jamás quería convencerse de que los asuntos listados para el lunes ocupaban en la práctica uno o dos días más; se obstinaba en acumularlos de una vez, y el resultado era que, a la mitad del primer día de la semana, se encontraba invariablemente de mal humor.
  • Natcompartió una citahace 2 años
    Adela, histérica y frívola, atormentada por un recuerdo de su juventud, oscilaba siempre entre el agradecimiento y el desprecio hacia su marido.
  • la Monse que leecompartió una citael año pasado
    Ambicioso y altivo, dejaba para después, para cuando tuviera el dinero suficiente, el propósito de vivir su vida. Hasta ahora, sus diversiones habían sido las de cualquier joven de la clase media mexicana; y sus amores, intrascendentes.
  • la Monse que leecompartió una citael año pasado
    Juan hubiera querido ser el único hombre en el pasado, presente y futuro de Georgina. Y ahora, una sombría sospecha iba cayendo pesada en su mente.
  • la Monse que leecompartió una citael año pasado
    Sombras... sombras... ¿Serían fantasmas? ¿Serían personas? ¿Serían, en suma, imágenes de la vida? Porque dice Shakespeare que “life is but a walking shadow”. ¿Será a su turno la muerte una sombra inmóvil?
  • la Monse que leecompartió una citael año pasado
    sé en realidad lo que sucedió, pero no creo que Armando ayudara a la muchacha con la condición de que se casara con él. Esas cosas se hacen por cariño... por amor... nada más...

    —Ajá.

    —Si no, pierden todo el mérito que pudieran tener.

    —Pero si la muchacha a quien él ayudó, lo quería también...

    —¡Ah!, entonces cambian las cosas. Ya no es cuestión de premio o de gratitud...

    —Sino de cariño mutuo.

    —Exactamente.
  • la Monse que leecompartió una citael año pasado
    Porque si bien es cierto que no todo anormal se transforma en delincuente, infaliblemente todo delincuente es un anormal.
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