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Miguel Sáenz

    Talia Garzacompartió una citael año pasado
    mbre de los moralmente afectados, a los que toda falsificación ajena sume en una indignación prestada.
    Talia Garzacompartió una citael año pasado
    Pero es también un signo de los nuevos tiempos, en que perros cabalgan sobre hombres para protegerlos de otros hombres. Una reminiscencia de aquellos grandes tiempos en que se adiestraba a los hombres como perros y, con una simpática combinación de conceptos, los llamaban «perros cerdos»—u otras cosas parecidas—quienes eran perros sabuesos (aunque más valía no llamarlos así).
    Talia Garzacompartió una citael año pasado
    Quien tiene la placa perruna es alguien que actúa. Protege del dolor al inválido. Le evita daños.
    Talia Garzacompartió una citael año pasado
    Hoy hay perros lazarillos que tienen que cuidar de los
    Dianela Villicaña Denacompartió una citahace 8 meses
    Se trataba entonces de una bagatela, ocho mil florines, pero en fin de cuentas tampoco treinta significan nada para Dorsday. Por eso he pensado si no podrías demostrarnos tu amor hablando con Dorsday.»
    ¿Qué?
    «Al fin y al cabo a ti te ha tenido siempre especial estima.»
    Nunca lo he notado. Me acariciaba las mejillas cuando tenía doce o trece años. «Toda una señorita ya.»
    Dianela Villicaña Denacompartió una citahace 8 meses
    La pariente pobre invitada por la tía rica. Seguramente está ya arrepentida. ¿Quieres que te lo ponga por escrito, querida tía, que no pienso en Paul ni en sueños? Ay, no pienso en nadie. No estoy enamorada. De nadie. Ni he estado nunca enamorada
    Dianela Villicaña Denacompartió una citahace 8 meses
    San Martino, en el Hotel Fratazza se ha producido un lamentable accidente. La señorita Else T., una bellísima muchacha de diecinueve años, hija del conocido abogado… Naturalmente dirían que me había suicidado por un amor desgraciado o porque estaba encinta. Amor desgraciado, ah no
    Dianela Villicaña Denacompartió una citahace 8 meses
    La marchesa. Qué joven parece en la penumbra. Seguro que tiene cuarenta y cinco. ¿Dónde estaré yo a los cuarenta y cinco? Quizá ya muerta. Ojalá. Me sonríe muy amablemente, como siempre. Le cedo el paso, una ligera inclinación de cabeza, pero no como si considerase un gran honor que una marchesa me sonriera
    Dianela Villicaña Denacompartió una citahace 8 meses
    ¿Por qué dirá Cissy «dinner»? Tonta afectación. Son el uno para el otro, Cissy y Paul.
    Dianela Villicaña Denacompartió una citahace 8 meses
    Creo que no puedo enamorarme. En realidad es extraño. Porque sensual sí que soy. Pero también orgullosa y poco amable, gracias a Dios
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