Lo que define la imagen de la sirena es su figura híbrida (mitad mujer, mitad pájaro alado o semipez de plateada cola) y su poder de atracción o seducción, generalmente unido a su feminidad y en principio a su canto melodioso. Es un ser entre dos mundos –la tierra y el mar, la vida y la muerte, este mundo y el otro, el mundo celeste y el submarino. Emblema fúnebre, se yergue, a modo de esfinge silenciosa, sobre tumbas y se dibuja en las estelas, guardiana enigmática en el umbral del viaje al otro mundo.