Una vez aprendamos a pensar en términos de estas tres dimensiones podremos empezar a desenmarañar algunos de los más persistentes enigmas de la política. Nuestro punto de partida consiste en tomar conciencia de que cualquier líder eficiente desea tanto poder como pueda conseguir y mantenerlo el mayor tiempo posible. Manejarse con los intercambiables, los influyentes y los esenciales a este fin es el acto, el arte y la ciencia de gobernar