Yo vengo del pasado y este es mi mensaje de voz para ti, para tu experiencia lectora. Léelo todo de corrido con varias voces en tu mente, y las voces tienen que escucharse como si chocaran en un muro cóncavo al final de un túnel. Hacia el final, escucharás a una multitud: las voces de todas las Lucrecias que pisan la Tierra.
Prepárate a sentirte identificada, enojada, ahogada, asfixiada... Pero a la vez libre, y con una voz potente para gritar, para decir, para no callar. Para darle voz a las que no están y ser voz de ti misma y de las que aún están. Aquí sientes de todo, desde importancia hasta alivio, desde tristeza hasta valor.
Y seguiremos luchando, por las que estuvimos, las que estamos y las que estarán: por todas.