Guia Risari

Con los adultos no era fácil adivinar. Una palabra, un gesto equivocados y nacía una tragedia. Y ella no sabría cómo consolarlo

Sí, ¿ves estas dos orejas? La primera es para escuchar los pensamientos de los demás. La segunda para escuchar los míos. —Se pavoneaba

consuelo. ¡Una mamá que no sabe volar es una carga

—Somos universos de misterio —remachó Abel.
—Será —respondió Lea resignada—, pero yo me siento muy simple.
—¿De veras? —insistió

—Y aunque vivir a veces es doloroso, no des marcha atrás —le recordó Frida.
La madeja de lana ondeó sobre

En todo caso, lo importante no es cómo se muere sino cómo se vive. ¡Recuérdalo

¿Cómo se reaviva un fuego extinto

Toda nostalgia, rabia, impotencia, desilusión, todo miedo estaban prohibidos

Verdaderamente parecen prisioneros”, pensó Lea, quien se esforzó por sonreír con la esperanza de que alguna de esas miradas se reanimara

El abuelo repetía a menudo que, en el fondo, las cosas fundamentales eran siempre las mismas, desde el inicio de la humanidad; lo que se había transformado radicalmente era el modo de llamarlas