De lo contrario, lo que fuera revolucionario puede acabar siendo irrelevante. Y lo que fuera reflexivo puede dejar de serlo si no seguimos volcándonos, cuestionando, insistiendo.
En resumen, el método científico consiste en entender el problema y plantearlo, observar, formular hipótesis (o imaginar), comprobar y deducir; y si hace falta, repetir el proceso