Michèle Petit

Pero, desde el punto de vista de los lectores mismos, ¿qué ocurre? ¿Por qué leen? ¿Para qué les “sirve” la lectura? Aquellas y aquellos que conocí siempre me llamaron la atención sobre otras dimensiones, ya sea que lean con frecuencia o cada tanto. Para ellos, más que en su utilidad escolar, profesional o social, la lectura parece fundarse en una necesidad existencial, una exigencia vital

Con frecuencia las metáforas que se utilizan remiten a un lugar de recibimiento, a la hospitalidad, a la casa o a la tierra reencontrada para los que sufrieron el exilio (“la lectura es mi país”)

También sienten una necesidad psíquica de componer una geografía. Del mismo modo, los paisajes con los que soñamos no son únicamente metáforas de nuestros humores, de nuestros estados, sino también nuestra respiración.

Ellas son también conservatorios de sentidos en los que se encuentran metáforas científicas que ponen orden en el mundo y lo explican, pero también metáforas literarias, poéticas, nacidas del trabajo lento de escritores o artistas que han logrado un trabajo de transfiguración de sus

Los procesos narrativos que resultan más fecundos a menudo utilizan metáforas, como veremos en el capítulo 5. En ese sentido, la contribución de la lectura y, de manera más amplia, de las prácticas culturales en el relato de uno mismo, no ha sido suficientemente explorada, o más bien las observaciones de aquellos y aquellas que la estudiaron han tenido poca circulación.

Su efecto es, según parece, “reconciliador” y la apropiación de novelas policiacas podría lograr “recoser las vidas desgarradas, producir el sentimiento o la ilusión de una continuidad existencial” (volvemos a encontrar la metáfora de la costura que ya hemos visto varias veces)

Su efecto es, según parece, “reconciliador” y la apropiación de novelas policiacas podría lograr “recoser las vidas desgarradas, producir el sentimiento o la ilusión de una continuidad existencial” (volvemos a encontrar la metáfora de la costura que ya hemos visto varias veces)

En todas partes, diferentes profesionales subrayan la importancia de la mediación a través de un texto estético reconocido, compartido, que permita objetivar la historia personal, circunscribirla al exterior, y destacan la fuerza de la metáfora, del desvío mediante el alejamiento temporal o geográfico

ciertos contextos donde, combinado con otros escritos, contribuye a darle forma a lo que se ha vivido, no es absoluto: Beatriz H. Robledo utilizaba algunas leyendas cuando trabajaba con jóvenes desmovilizados, pero recurre a la vez a metáforas y a textos “cercanos” con las personas desplazadas para ayudarles a construir y escribir el relato de lo que han tenido que padecer

Las leyendas o el poema indio que les ofrecen, permiten una escenificación compleja –alejada en el tiempo o el espacio–, de sus propias pruebas; son metáforas que exigen un movimiento activo de apropiación y permiten tomar una distancia, darle una forma, estética y compartida, a lo que les obsesionaba