Los manuales escritos para escolares machacan sobre el desafortunado cauce que tomaron las cosas al fundarse el Estado nacional, después de la muerte de Bolívar. Hasta en sus discursos de rutina, los políticos buscan en el lapso, desde el gobierno fundacional de José Antonio Páez (1830) hasta la administración de Ignacio Andrade (1899), ejemplos de desatinos y tropelías.[1]