Con una deuda total de los consumidores que asciende en Estados Unidos a la impresionante cifra de 11,13 billones de dólares (en 2012 el PBI del país fue de 15,68 billones), el 77% de los hogares tienen graves deudas y uno de cada siete norteamericanos es o ha sido perseguido por algún prestamista. (5) En cuanto a los prestatarios, el colmo de la creditocracia tiene lugar cuando la “renta económica” —proveniente del apalancamiento de las deudas, la adquisición de capital, la manipulación de los documentos de deuda mediante instrumentos financieros y otras formas de ingeniería financiera— ya no es meramente una fuente suplementaria de ingresos sino que se convierte en el medio más eficaz y confiable para amasar una fortuna y tener influencia en la sociedad.