Sri Nisargadatta Maharaj

Lo que ahora considera que es el disfrute de la felicidad es solo un concepto equivocado. La única felicidad real consiste en permanecer en nuestra verdadera naturaleza, la cual no depende de factores externos.

El ignorante sigue a la mente y se identifica con la forma de su cuerpo. Pero la misma definición de la mente es una mera imaginación que depende por completo de la «yo-soy-dad». El comportamiento de la mente depende, a su vez, del ego de la persona, de aquello que cree ser.

Lo que somos ahora no es una mente o alma individual. Cuando la persona que se identifica con el cuerpo se percata de que carece de nombre y forma, resurge el conocimiento de ser uno con Dios y se disuelve su «yo-soy-dad».

Lo que no es percibido por los sentidos y no es sentido como existente, está siempre presente. Eso es lo que somos.

Todos los placeres sensoriales que tanto anhelamos palidecen en comparación con la dicha que se experimenta cuando se disfruta del conocimiento del Sí mismo.

Dios está en todas partes. Él reside en nuestro interior como consciencia.

l verdadero interés propio consiste en conocer al Sí mismo y permanecer en esa consciencia. Quien lo consigue pierde el miedo en la vida.

Es un error creer que la mente puede lograr cualquier cosa. Esta sabiduría solo amanece cuando Dios despierta en nosotros.

La mente se enfrenta entonces a la discriminación, lo cual da como resultado el conocimiento de que en realidad la mente no existe. Se torna evidente entonces el hecho de que la existencia carente de mente es la pureza en sí. La mente seguirá llevando a cabo sus juegos mientras usted crea que es el cuerpo.

Prakriti y Purusha (manifestación y divinidad) no son individuales, sino espejismos de chaitanya