Las palabras que componen esta obra son, indudablemente, implacables burlas e incesantes desdeños hacia los caminos humanos que han suscitado nuestra presente inarmónica relación con la Totalidad de la Vida. Desde tiempos inmemoriales, los intereses de estos caminos han opacado nuestra inocente e inclusiva naturaleza y más bien han engendrado una raza que dedica desesperadamente su fugaz existencia intentando alcanzar esperanzadores ideales como lo son el cielo, el nirvana, el éxito, la felicidad, la salvación, el samadhi, la iluminación, entre otros.Así mismo, los versos de esta obra ridiculizan una y otra vez a nuestros fervientes deseos de apropiarnos de la eternidad y de comprender los misterios universales. Y es debido a tales esfuerzos quiméricos que la humanidad (en general) ha desperdiciado la relevancia de su histórica existencia ideando, construyendo, reconstruyendo, promoviendo, y defendiendo conceptos, mitologías, filosofías, religiones, dioses, ismos, e innumerables “verdades” que han engatusado a nuestra vitalidad haciendo que veamos la belleza de esta maravillosa Creación como un medio para alcanzar un fin; por lo tanto, no hemos sabido participar con la Vida noble e incluyentemente a través de nuestra expresión; todo lo contrario, se nos ha escapado la reciprocidad.El autor, por medio de sátiras, cuentos y versos, desprestigia muchos de los métodos, practicas, doctrinas, y sistemas creados por el miedo y la incertidumbre del hombre que se han dedicado en la mayoría de los casos, a florecer la prosperidad humana sin considerar todas las otras formas de Vida que comprenden esta bella ecología que nos acoge. ¿No es eso autodestructivo?Nuestros caminos sagrados, nuestras dignas intenciones, y nuestros propósitos divinos, son la representación más clara de los enraizados caminos humanos que han, desde larga data, desorientado nuestra compasiva y natural esencia. De modo que, ante el desaliento de tan funesta y perversa realidad, ¿qué puede uno hacer? ¿Cómo podríamos volver a disfrutar desinteresadamente de la generosidad del manantial de flores de melocotón?