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La Bella Varsovia

La Bella Varsovia
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Una casa para la poesía: con esa intención surgió La Bella Varsovia en 2004. Para la poesía abordada desde un trabajo riguroso con el lenguaje, que nos proponga otras formas de mirar lo que sucede. Y una casa para quienes escriben poesía: para publicar libros, sí, pero sobre todo para acompañar obra a obra en su carrera.

Aunque prestamos especial atención a la poesía contemporánea escrita en español, tanto en España como en América Latina, nuestro catálogo también se abre a las traducciones, incluyendo las distintas lenguas del Estado. Y editamos desde una clara conciencia feminista, presente ya en nuestros inicios, subrayando el valor de la literatura escrita por mujeres.
    La Bella Varsoviaagregó un libro a la estanteríaLa Bella Varsoviahace 17 días
    ¿Cómo nombrar aquello que queremos? El lenguaje de Claudia González Caparrós habla de un deseo al que se renuncia, pero que no se agota; quizá para fijarlo, quizá para olvidarlo. Te miro como quien asiste a un deshielo es un libro profundamente carnal y profundamente físico, que ahonda en la desprotección que sentimos al descubrirnos solos. Al dolor de la ruptura le acompañan el silencio y la urgencia, la confusión, la certeza de una pérdida irreparable. Desde la intimidad, la memoria se entiende como un ejercicio de renuncia y de esperanza, como una emoción nítida que acabará difuminándose: se interrumpe la luz, pero las aguas permanecen temblorosas.
    La Bella Varsoviaagregó un libro a la estanteríaLa Bella Varsoviahace 17 días
    Tránsitos nos señala el camino del yo poético. Sus transformaciones sucesivas, su reescritura de los episodios biográficos que lo han conformado: el desamor, la maternidad, la conciencia en los otros… También recorre —también nos invita a recorrer— el camino de lo individual a lo colectivo y de lo personal a lo impersonal, de la voz única al poema polifónico. Azucena G. Blanco sostiene aquí un cordel que une nuestras vidas y que avanza por el espacio sin límites —donde presente y pasado conviven— al que se accede desde la palabra.
    La Bella Varsoviaagregó un libro a la estanteríaLa Bella Varsoviahace 25 días
    Decía Hamlet en Hamlet: «Nada de eso; los augurios se rechazan. Hay singular providencia en la caída de un pájaro. Si viene ahora, no vendrá luego. Si no viene luego, vendrá un día. Todo es estar preparado. Como nadie sabe nada de lo que deja, ¿qué importa dejarlo antes? Ya basta.» Claudia González Caparrós parte de esta cita de William Shakespeare, y de este pensamiento: la anticipación, la futuridad. Que sea algo que todavía no es. Un horizonte que se muestra a la vez posible e imposible; lúcido, misterioso.Desde ahí se escribe Los augurios se rechazan: desde el lugar de los presentimientos, las amenazas, los enigmas. ¿Existe lo que aún no existe, pero se adivina que vendrá? ¿Qué relato se construye? ¿Qué idea nos brinda su posibilidad? Y desde ahí —también— escribe Claudia González Caparrós estos poemas: desde la memoria y la forma en la que contamos los recuerdos, quizá no discursiva, sino un vínculo de presente a pasado que orilla —o pausa— las posibilidades de la palabra y se adentra en las del cuerpo.Un libro con el que nos preguntamos sobre ese conocimiento ajeno a lo lingüístico —no se puede decir, no se sabe cómo— que de alguna forma se encarga y nos moldea, define nuestros movimientos y nuestras decisiones, sitúa una narración propia. Las intuiciones, las profecías…Lenguaje, y realidad, y certeza, y lenguajes y realidades y certezas: después de Si la carne es hierba (Sully Morland) y te miro como quien asiste a un deshielo, dos de los libros más reveladores de los últimos años, Claudia González Caparrós rechaza los augurios, cuestiona la manera en la que decimos el tiempo y lo pensamos.
    La Bella Varsoviaagregó un libro a la estanteríaLa Bella Varsoviahace 25 días
    Como sucede en la vida y en la realidad, los poemas de Caramelo culebra se desenvuelven con un tono agridulce: entre la alegría propia y el dolor en primera persona del plural, entre la luz que teje la rutina y las sombras de lo que ocurre más allá de los espacios íntimos. Sara Herrera Peralta ha escrito un libro de una madurez rotunda, que plantea un paso más allá en su poética, y abarca el trayecto justo entre la reflexión sobre la importancia de la escritura, la maternidad como bálsamo y también como desafío, el compromiso con una sociedad que desdeña el lugar que habita, y a quienes la componen.
    La Bella Varsoviaagregó un libro a la estanteríaLa Bella Varsoviahace 25 días
    «El presente libro hace que los anteriores poemarios de Luna parezcan un entrenamiento para la maratón. De acuerdo, sonará convencional, pero es lo que tenía que suceder. Y lo que quiero con esto decir es que La tumba del marinero encierra unas pasiones desproporcionalmente crueles, y a fin de cuentas, ¿no es el sentimiento poderoso e implacable lo que prevalece sobre los demás rasgos de la literatura?»Imagino así que la acción de esta “novela política” transcurre en un brumoso barrio marino. Entre su destartalado pabellón hospitalario, el psiquiátrico para corsarios que han perdido el norte por los cantos de la sirena, el vertedero sobre el que gaviotas y ratas voladoras planean en círculos, los pecios naufragados, los vapores del pescado podrido, las tabernas en donde se trapichea con el polvo blanco, los irritantes graznidos de las aves, un montón de adorables rufianes y algunos pocos observadores honestos. Y en su centro, ordenando todo lo demás, una lápida cuyo epitafio reza: «no hay cadáver».»Ciertamente, las aflicciones que azotan La tumba del marinero son más grandes que la vida (el cáncer, cómo no, pero también el lujo del agua caliente y la precariedad material, acompañada siempre de la degradación ética; la destrucción y el amor…). Aunque, pensándolo dos veces, es de justicia aceptar que la Gorgona que declama en ese dantesco barrio marino, apesadumbrada por la decrepitud de todo lo que le rodea, y de ella misma, aún conserva una buena parte de su inocencia, pues todavía puede distinguir entre el bien y el mal. La moral sigue presente en su espíritu, ¡e incluso llega a sorprenderse de la corrosión adulta! Y acepta que aún hay esperanza… ¿Nada más lejos de la realidad?»Lo dicho: no acepten imitaciones. (Antonio J. Rodríguez)»
    La Bella Varsoviaagregó un libro a la estanteríaLa Bella Varsoviahace 25 días
    Gabriela Wiener debutó en la poesía con Ejercicios para el endurecimiento del espíritu: un libro que recogía los aciertos de su trabajo en prosa, y que localizaba muchas de las certezas de su no ficción en la mirada lírica. La poesía de Wiener se muestra sabia en sus descubrimientos, y estalla en sus intuiciones: una poética urbana —mira el alrededor, cuenta la realidad— y salvaje, radical y llena de rabia, funámbula en su búsqueda del equilibrio. Una primera persona que recuerda, que se confiesa, que piensa sobre nuestras relaciones —el amor, la amistad, la familia: ser hija, ser hermana, ser madre—, sobre el sexo, el cuerpo, la violencia y las violencias.«Cualquiera que se asome a este libro tendrá la impresión de que lo hace a través del ojo de la cerradura. Lo que hay del otro lado son historias trozadas que nos resultan perturbadoras, en parte porque desnudan pasiones, fragilidades, heridas a la vez familiares y extrañas, y en parte porque Gabriela Wiener las aborda con un lenguaje que no se parece a ningún otro, abismándonos a unas realidades que aun cuando parecieran develarse no acaban de entregársenos. Hay en esta poesía algo que nos remite a la ternura y la crueldad de los niños, a la insolencia y el miedo final de los adolescentes y a la infinita soledad que duerme en el fondo de la vida adulta» (Piedad Bonnett).«Ninguna otra escritora en el mundo en español es tan furiosamente independiente y plenamente irreverente como Gabriela Wiener» (Cristina Rivera Garza).«Seguirle la pista a Gabriela Wiener, caminar detrás de ella, soñando con alcanzarla, es uno de los pocos lujos que nos quedan» (Alejandro Zambra).
    La Bella Varsoviaagregó un libro a la estanteríaLa Bella Varsoviahace 25 días
    Arriesgada y rotunda, personalísima: Sara Herrera Peralta ha sido saludada por la crítica como una de las escritoras fundamentales de la nueva generación. En su poesía caben la ternura y el humor que nos recuerdan a Wisława Szymborska, pero también la crudeza de sus golpes. Hombres que cantan nanas al amanecer y comen cebolla es su entrega más ambiciosa: una obra escrita desde la rabia ante la injusticia, y escrita también desde el daño ante las pérdidas. Lo que ocurre a otros nos duele muy adentro, lo que nos sucede devasta el mundo que conocemos: poesía social, poesía también de la emoción.«Una de las voces de referencia de la nueva generación de poetas españolas» (Luis Pousa, La Voz de Galicia).
    La Bella Varsoviaagregó un libro a la estanteríaLa Bella Varsoviahace 25 días
    Este libro debiera haberse editado con una faja que remedara a Walt Whitman: quien toca este libro toca a una mujer. En Los salmos fosforitos caben el cuerpo y sus voces, la leyenda y su emoción: invocaciones interiores, memorias exteriores, tensión pendiente. Palabras arrastradas por el canon. Tradiciones revisitadas para cambiarlas. Berta García Faet —una de las poetas más destacadas de la nueva generación— hurga en la llaga de la literatura, con un trabajo ambicioso de lenguaje, quebrando la expresión y recomponiéndola con una guía nuclear: la relectura de Trilce, obra capital de César Vallejo.«Esta poesía espera, propicia y presupone la intimidad del diálogo hospitalario con el lector. Su libertad verbal hace que el poema reverbere en este diálogo creativo, tienda puentes con elocuencia empática, y desarrolle un intercambio vivaz y novedoso de afectividad, humor, y mutua inteligencia. Por ello, lo notable no es solo su repertorio temático urbano ni su derroche de fresca mundanidad sino su capacidad de establecer un territorio de comunicación que no se debe solo al poeta y al lector, ambos convertidos en actores del discurso, sino a la textura, calidad, pálpito y fluidez del habla mutua, que es la materia que nos hace más vivos. El poema, así, es un territorio del habla, y no solo del habla oral sino de sus registros temporal, emotivo, gozoso, irónico y duradero» (Julio Ortega, El Boomeran).
    La Bella Varsoviaagregó un libro a la estanteríaLa Bella Varsoviahace 25 días
    «Pincho la música fuerte en la sobremesa. / Bailo antes del postre. / Me tomo la cerveza antes de que se caliente. / Me salto los preámbulos del amor. / Pero no me doy prisa.» El momento justo, que llegue cuando llegue: Gabriela Wiener sube el volumen y dispone cada elemento en su lugar, no siempre el que se espera, nunca el que conviene.Una pequeña fiesta llamada Eternidad habla de un mundo que se acaba, pero no todavía: del pasado que nos encauza hacia el futuro, de la noche —con su día— y de la revolución. En estos poemas se baila como bailan los cuerpos al sonar el amor y el deseo, las utopías y las decepciones, la rabia y la esperanza; también las ficciones que «nos ayudan a soportar la vida» frente a la misma vida que no sabemos si decir o no. De fondo se oyen los versos de Sylvia Plath, de Anne Sexton, acaso el golpe beat, tan altos y salvajes los de Carmen Ollé.En esta celebración inagotable se ama y se promete todo, incluso la salvación. Desde la escritura, y desde el sexo, y desde la insurgencia: en Una pequeña fiesta llamada Eternidad hay fuego y purpurina. La primera persona se conjuga singular y se comprende plural, colectiva. Un libro en el que Gabriela Wiener se asoma hacia la eternidad que sigue a la derrota, y nos lo cuenta aún más personal, aún más político.«Ninguna otra escritora en el mundo en español es tan furiosamente independiente y plenamente irreverente como Gabriela Wiener» (Cristina Rivera Garza).«Seguirle la pista a Gabriela Wiener, caminar detrás de ella, soñando con alcanzarla, es uno de los pocos lujos que nos quedan» (Alejandro Zambra).
    La Bella Varsoviaagregó un libro a la estanteríaLa Bella Varsoviahace 25 días
    Leer a las poetas sáficas como si devorase ferozmente un pastel. Eso es lo que se impuso Luna Miguel para poder escribir esta oda a un cuerpo amado; pero también para reírse de sí misma y disfrazar sus versos con un lirismo ascético, lúbrico y juguetón, como de otro tiempo.Emulando estilos y sensibilidades aprendidas de la poesía floral de Hilda Doolittle, Renée Vivien o Carmen Conde, la autora se entrega en Un amor español a la narración enfermiza de un romance heteronormativo. Pero hay otros temas que sobrevuelan esta obra: el sexo tras la maternidad, las relaciones a distancia, el armario de la bisexualidad, la cultura de la reparación, la extrañeza del idioma propio… Y al final, una sola certeza: que su única patria es el deseo.«Una de las voces más auténticas y comprometidas de su generación» (Laura Ferrero, ABC).«Perturbadora, irreverente, sensual e intuitiva hasta el tuétano» (Lorena G. Maldonado, El Español).«Una de las grandes cualidades de la escritura de Miguel: propone y nunca dicta sentencia. Sugiere» (María Jesús Espinosa de los Monteros).«Una de las herederas de Annie Ernaux en nuestro país» (Laura Barrachina, El Ojo Crítico).
    La Bella Varsoviaagregó un libro a la estanteríaLa Bella Varsoviahace 25 días
    Desnudo, púrpura y envuelto en esa fina película blancuzca a la que los médicos se refieren como vérnix caseoso, un recién nacido rompe el silencio en la sala de partos con su alarido y luego calla, casi en señal de respeto, mientras atraviesa la habitación con una curiosidad inenarrable, dejándose permear por este su nuevo mundo, y la pureza de quien, afortunadamente, no conocerá el mal hasta dentro de muchos años. ¿Cómo explicarle su presencia aquí? Más o menos, esa es la historia que cuenta El arrecife de las sirenas, algo así como una odisea en dos direcciones: la primera, el tránsito de la nada a la vida; la segunda, una sucesión de postales que van de Tlaquepaque a Trastévere, de un aeropuerto en París al templo de Kamakura, de la noche de Oporto al lago de Sloterpark en Ámsterdam… La búsqueda por el mundo de aquello que reside en ella misma es el hilo que cose todos estos recuerdos. O como Luna remata al final del arrecife, un libro cuya felicidad es contagiosa: «lo que me libera del miedo y de la muerte / es verte vivo en todos mis paisajes». Así sea, Ulises (Antonio J. Rodríguez).Después de la enfermedad llega la vida. De forma inevitable, una bienvenida sucede a un adiós: este nuevo libro de Luna Miguel enlaza con propuestas suyas anteriores, en cuanto a la reflexión sobre la enfermedad y la pérdida, pero también abre nuevas y luminosas líneas en su propia escritura. El deseo y el sexo, la maternidad o los roles femeninos replanteados destacan en El arrecife de las sirenas, una de las más brillantes reflexiones que la poesía en lengua española ha afrontado sobre el papel de las hijas… y el papel de las madres.
    La Bella Varsoviaagregó un libro a la estanteríaLa Bella Varsoviahace 25 días
    La obra de Berta García Faet se ha convertido en una de las referencias inexcusables de la nueva poesía española: por su trabajo con el lenguaje, que tiende un puente entre las dos orillas del idioma, y también por su escritura —en cierto modo reescritura— de aspectos como el amor y el deseo, el cuerpo, la propia identidad o la metaliteratura. Corazón tradicionalista reúne los cuatro primeros libros de la autora: Manojo de abominaciones (XVI Premio de Poesía “Ana de Valle”; 2008), Night club para alumnas aplicadas (VII Premio Nacional de Poesía “Ciega de Manzanares”; 2009), Introducción a todo (IV Premio de Poesía Joven “Pablo García Baena”; 2011) y Fresa y herida (Premio Nacional de Poesía “Antonio González de Lama” 2010; 2011). Un solo volumen en el que se demuestra con cuánta intensidad latían ya, en sus poemarios iniciales, esas preocupaciones que ahora nos deslumbran.«Una de las voces más firmes de la poesía española de hogaño» (Martín López-Vega, El Cultural).«Pese a su juventud, Berta García Faet se ha consolidado como una de las voces que cuentan en el relato de la poesía española reciente. (…) Necesitamos que alguien nos recuerde que los auténticos obreros del verso son trabajadores de riesgo. Por eso nos hace falta Berta García Faet» (Luis Bagué Quílez, Babelia).«Como un ABC poético en este comienzo sobrescrito del siglo, Berta García Faet nos enseña el solfeo verbal más actual: leemos, recontamos, dramatizamos en el gran teatro del poema, por una vez tomado por la clara gracia de una voz que nos retorna, a manos llenas, el don de la palabra» (Julio Ortega, El Boomeran).
    La Bella Varsoviaagregó un libro a la estanteríaLa Bella Varsoviahace 25 días
    La publicación en 1999 de Las moras agraces revolucionó la poesía española del cambio de siglo: un libro que Carmen Jodra Davó —que entonces tenía dieciocho años— había construido desde el dominio de lo formal, y desde un discurso en el que el peso de la literatura equivalía al peso de la vida. Un libro afrontado, también, desde una (re)lectura brillante de la poesía clásica y de nuestra tradición, con una conciencia de la escritura como territorio de libertad, y una visión de la vida desencantada y amarga, pero a la vez irónica. En esta reedición sumamos una adenda muy valiosa: Hecatombe, un conjunto de décimas coetáneas a Las moras agraces, que nos permiten apreciar de forma más intensa el valor —en todos sus sentidos— de una obra impregnada de una honda independencia.
    La Bella Varsoviaagregó un libro a la estanteríaLa Bella Varsoviahace 25 días
    Un hijo, una madre. Ella, joven todavía, ha enfermado. Intercambiando roles, él la cuida y, a la vez, se despide y la celebra. Todas y cada una de las palabras de este libro resuenan con temblor, intensidad y precisión, delimitando el dolor compartido con respeto amoroso. De hondura lírica y delicada sobriedad: así se revela su escritura. También su silencio.Andrés Neuman escribió estos poemas en secreto, cuidando de su madre frente a la proximidad de la muerte: la poesía como testimonio y refugio para crear un espacio —una isla de sentido— donde fijar la presencia amada, traduciendo su cuerpo a una música íntima. Aquellos textos permanecieron al fondo de un cajón, garabateados en hojas sueltas y papeles de hospital, sin que su autor se atreviese a releerlos. Quince años más tarde, impulsado por la intuición de que sólo abriendo el manuscrito resultaría posible cerrar el duelo, hoy rescata estos versos que entretejen tristeza y luminosidad.Perpetuación de la madre mediante la lengua materna, ritual de gratitud, Isla con madre se arroja a nombrar la difícil belleza y la cruda emoción que irradia.«Brillante, con frecuentes imágenes inesperadas, se sitúa entre los más lúcidos poetas actuales» (El Cultural).«Funambulista del verso y virtuoso del lenguaje» (Babelia).«Rara vez se encuentra una escritura de esta calidad» (The Guardian).«Cada libro de Andrés Neuman es una nueva aventura del lenguaje. Sin duda, uno de los escritores más arriesgados de la literatura hispanoamericana, dispuesto a desafiarse y explorar, siempre con una elegancia única» (Mariana Enriquez).
    La Bella Varsoviaagregó un libro a la estanteríaLa Bella Varsoviahace 25 días
    Algunas claves en las que pensar mientras leemos: sofisticación, ignorancia, necedad, imaginación, apertura, deseo, memoria, nostalgia, posibilidad. Y entonces, la certeza de que en Muchacha de Castilla caben desde una visita a la Agencia Tributaria a una resurrección: consciente de que el pensamiento más libre se encuentra en la poesía, de que la libertad —al fin y al cabo— se crece en el lenguaje, Mercedes Cebrián ha escrito este libro que es celebración y a la vez es advertencia. Nos creemos cosmopolitas, pero estos poemas nos recuerdan la imposibilidad de deshacernos de la maraña que conforman nuestras raíces. Un viaje en el tiempo y en el espacio desde la perspectiva de quien no acaba de entender el mundo en el que vive, pero que al mismo tiempo sabe —por pura intuición: la poesía, la libertad, el lenguaje— dónde se encuentra la felicidad.
    La Bella Varsoviaagregó un libro a la estanteríaLa Bella Varsoviahace 25 días
    La madriguera, el alimento: hacia su búsqueda -hacia su cobijo— nos guían madres e hijas, y madres y huérfanas, y germinantes; también la niña que se fue y la niña que no se fue, y los ángeles de placenta sonora y los ángeles que aman. Mientras tanto, mientras las flores se cazan porque a la belleza no le queda otro remedio, mientras el cuerpo desemboca y los nombres se dicen en la herida, advierte Aurora H. Camero: «hasta que supe mi sexo // y era violeta/ violeta/ violeta/ violeta/ violeta/ violeta/ violeta violeta/ violeta/ violeta…».Hasta que supe mi sexo: antes ha sucedido algo, más sucederá después. Estos poemas nos cuentan el viaje de una vida, nos incluyen en esta historia en la que caben la ternura y la emoción de aquello que se desea, y al mismo tiempo su crudeza y su violencia.Violeta es el libro de muchas preguntas, «qué pauta seguirá mi cuerpo/ tallo o polvo/ contra su imagen», y de las afirmaciones. Una de ellas: que este debut nos revela la voz de Aurora H. Camero como una de las más fascinantes de la nueva poesía hispanoamericana, capaz de elevar un atractivísimo mundo de sensaciones y sentidos.Violeta, de Aurora H. Camero, obtuvo un accésit en el I Premio Ana Santos Payán para Proyectos de Libros de Poesía. Un jurado compuesto por Luna Miguel, Raúl Quinto y Elena Medel consideró que se trata de «una escritura profundamente politica, engarzada en una constante reflexión sobre la identidad: y una escritura de honda inteligencia, fragmentaria, que desde estos quiebres se forja mientras se forja el poema mismo, con nuestra complicidad lectora».
    La Bella Varsoviaagregó un libro a la estanteríaLa Bella Varsoviahace 25 días
    Una muchacha tiene una corazonada: la de que debe, por ejemplo, viajar hasta el enamoramiento cabalgando un cómic o un cuadro o una lengua prehistórica. Una muchacha que recorre estas páginas, que habla por ellas, y a la que llaman la Corazonada: también la Comeflores, la Robaperlas o la Chica de las pitayas. Presentimiento y alias, sustantivo y epíteto: por activa y por pasiva, pasión.Los poemas de Corazonada se preguntan por el amor y el lenguaje, y si acaso son lo mismo; cómo se juntan el amor con el amor, y las palabras con las cosas. Lo plantean desde la fantasía, que Berta García Faet —ya una de nuestras grandes poetas de hoy, referente luminoso más allá de cuestiones generacionales y barreras geográficas— entiende aquí como una dimensión oblicua y soñadora de la filosofía.Los métodos son variados: se puede patinar por la infancia, o meter a todos los chicos besados desde 1999 en una misma habitación, reseñar libros cuyos títulos cambian según el día… y buscar novelas en las etimologías, o animales en las metáforas, o la vida en la muerte, o verdades en las erratas. Corazonada lamenta, duda, celebra, admite y no admite, se acurruca, todo al mismo tiempo: un triunfo de la imaginación.«Qué gran poeta es Berta García Faet» (Jorge Carrión).«Un intelecto bullicioso y erudito atrapado en los umbrales de la cultura y la literatura como nudos gordianos: intrincado y elíptico» (Laurence Cotterell).«Un proyecto de rebelión lingüística, y desde luego lúcida» (Lucina Schell).«Amor, energía y elocuencia. Una especie de cuadratura del círculo, un lince ibérico. Que nos dure muchos años» (Andrés Barba).Premio TodosTusLibros al Mejor Libro de Poesía 2023.Seleccionado por Babelia (El País) como uno de los mejores libros de 2023, en la posición número 12.Seleccionado por Abril (El Periódico de España) como uno de los cuatro mejores libros de poesía de 2023.Seleccionado por la Revista Nubeo como uno de los mejores 20 libros de 2023.Seleccionado por la librería Letras Corsarias entre los libros de poesía de 2023.
    La Bella Varsoviaagregó un libro a la estanteríaLa Bella Varsoviahace 25 días
    Una pequeña personalidad linda recoge las canciones de una voz que se aventura: relatos que nos hablan de un yo andarín que sigue adelante. En un mundo de ecos antiguos, pero también desde la actualidad, este yo cantante camina y camina. Bordeando el tópico literario del homo viator —aquí mulier viatrix— sin abrazarlo del todo, Berta García Faet peregrina por universos fantásticos a la búsqueda de una búsqueda; de su acertijo.Después de las obras incluidas en Corazón tradicionalista, y de la experiencia tensionando lenguaje, pensamiento y emoción que proponían La edad de merecer y Los salmos fosforitos, Una pequeña personalidad linda inaugura un nuevo ciclo poético y vital.
    La Bella Varsoviaagregó un libro a la estanteríaLa Bella Varsoviahace 25 días
    El tiempo no transcurre en estos poemas: tan solo existe, porque este es el tiempo de las amantes. Habitamos un momento suspendido, un presente total de los cuerpos al margen de la Historia, que no es productivo —ni tampoco legible— desde los códigos del deseo heterosexual. Sara Torres nos lleva a este tiempo a partir de escenas fragmentarias —conectadas en su silencio y su ruptura con una genealogía lesbiana que se remonta a las palabras de Safo—, y lo ubica en los momentos íntimos del ritual del baño. Si Phantasmagoria indagaba sobre las alucinaciones del cuerpo en duelo, en este libro se explora el estado del cuerpo enamorado. ¿Comparten, tal vez, afectos y pasiones?
    La Bella Varsoviaagregó un libro a la estanteríaLa Bella Varsoviahace 25 días
    «“He escrito un libro —dice Luna— / por cada hombre que he / amado.” Aunque yo no sabría decir si la progresión literaria de la autora siguió siempre este algoritmo, la sentencia anticipa un destino, como a menudo ocurre con ciertos primeros textos escritos en la casi veintena. Pensamientos estériles, dicho de otra forma, es ese capítulo primerizo de una saga que con el tiempo cobra un sentido diferente —y he aquí, por cierto, una de las evidentes recompensas de su reedición hoy—. Saben, quienes conocen la obra de Luna, que su literatura nace de un apasionamiento lector difícil de igualar, y de una vitalidad amorosa que trasciende el simple tema literario. Con la misma voracidad, Luna lee y ama. En su pensamiento y en su escritura, creo, amor, deseo y erotismo son parte de unos acerados principios morales, y de una voluntad de vida tan libre como solidaria, que poco a poco convierten la biografía de Luna en la historia de un personaje literario —si me lo permiten— extraordinario y excepcional, como escrito por ella misma. “¿Va cuesta arriba todo este camino? —se preguntó una vez la poeta Christina Rossetti— / Hasta el mismo final.” Aunque todo amor que nace lo hace inconsciente de semejante desnivel, siempre es amable y sobrecogedor asistir a la maduración de ese afecto, pero también a sus más despreocupados años, felices. De eso van, también, estos nuevos Pensamientos estériles» (Antonio J. Rodríguez).Diez años después de su escritura, Luna Miguel regresa a Pensamientos estériles: poemas urgentes y esenciales a la vez que nos hablan sobre el amor por la poesía y el amor por el amor, sobre el deseo y sobre el deseo de vivir y de escribirlo.
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