Ese cuerpo solo se parecía a Thomas. Cuando abriera los ojos vería quién era en realidad. Y luego correría hacia su habitación y me pelearía con mi mejor amigo. Lo sujetaría por las solapas y apoyaría mis labios en los suyos, sin que me importara parecer indecorosa. Le diría una y otra vez cuánto lo adoraba, incluso cuando deseaba estrangularlo.