Consejos para el Noviazgo Cristiano

Cuando Dios te dice que le obedezcas no es por Él que te lo dice, pues Dios allá arriba está muy bien, Dios está sentado en su trono, Dios está en el cielo, Dios no tiene problema. Los que vamos a tener problemas somos nosotros si lo desobedecemos, nosotros somos los que estamos acá abajo, y esta vida es una prueba para ti. Si obedeces, entras, si no obedeces no entras, aunque estés toda tu vida enfrente del púlpito, no vas a entrar si desobedeces a Dios.

porque los hijos de Dios no estamos en crisis, estamos en Cristo. Yo puedo decirte una cosa, para aquel hombre que está dispuesto a trabajar, no existen las crisis.

Por eso yo siempre le repito a los jóvenes lo mismo: ora a Dios, lee su Palabra, acércate al Señor, alábale, adórale… ¿para qué? Para que vayas desarrollando una sensibilidad a Su presencia, una sensibilidad a Su palabra, para que desarrolles esa sensibilidad a Dios y para que aprendas a oír un NO o un SI de parte de Él.

La felicidad únicamente se encuentra en una persona, y se llama Jesucristo. Si te casas, gloria a Dios, si no te casas, gloria a Dios

al leer esto yo te quiero decir una cosa: Dios conoce el camino por el que estás pasando, Él sabe cuál es la época de tu vida por la que tú estás cruzando, y Él sabe el momento cuando Él te va a traer a esa mujer correcta, o a ese chico correcto para tu vida. Él sabe, y Él va a enviar a su siervo (el Espíritu Santo).

Por eso siempre les digo a los jóvenes que aprovechen el tiempo para hacerse de herramientas ahora, dejen de hacerse los Romeos y las Julietas, y dejen de hacerse las vedettes y los playboys. Pónganse de cabeza a tomarse la vida en serio, porque la vida es muy seria

Eclesiastés 3.11 dice “todo tiene su tiempo.” La vida está dividida en épocas y en etapas. Cada etapa es extraordinaria: la niñez, la adolescencia, la juventud, la edad adulta, la edad anciana. Cada una de esas épocas debe de ser brillante, cada una de esas épocas debes de disfrutarla al máximo, si eres niño debes hacer las

Desgraciadamente vivimos en una sociedad que te empuja a vivir otras épocas y otras etapas, te influye y constantemente te estimula a hacerlo. Este mundo empuja a los niños, a los adolescentes, a la juventud y aun a los adultos. He visto y conozco muchísimos adultos que, como no disfrutaron correctamente de su niñez y adolescencia, viven, se visten y se comportan como adolescentes.

son principados y potestades.

Tu primera decisión más importante es qué vas a hacer con Jesús. ¿Lo vas a tener como una comodidad más, como una cosa religiosita, o lo vas a tener nada más como el camaleón, cambiando de color dependiendo con las personas que andas? Con los cristianos cantas, alabas, adoras y el celo de Jehová te consume; pero cuando andas con los paganos eres peor que ellos.