Pues bien, la presencia inexplicable de esta cantante en medio de mi memoria, en medio de la radio, en medio del universo, es lo más raro que contiene este libro. Lo más raro que me pasó. Lo único de lo que no estoy en condiciones de dar la razón. Y no porque mi propósito sea explicar el tejido de acontecimientos rarísimos que es mi vida, sino porque sospecho que en este caso la explicación existe, existe realmente, en algún lugar de la Argentina, en la mente de algún hijo, algún sobrino, algún testigo presencial... O ella misma, la Desafinada... quizás vive todavía, y recuerda, y si me está leyendo... Mi número está en la guía. Siempre tengo encendido el contestador automático, pero estoy al lado del teléfono. No tiene más que darse a conocer... No el nombre, por supuesto, que no me diría nada. Que cante. Unas notas nada más, cualquier pasaje, por breve que sea, de una de aquellas canciones, y con toda seguridad voy a reconocerla.