La mujer que había asistido a todas las competiciones que había podido pagar, que siempre se había asegurado de que me llevaran a todas las clases que había necesitado tomar, que me había animado incluso cuando apestaba, inclinó la cabeza hacia un lado y levantó un hombro. —Creo que deberías hacerlo, pero no creo que debas venderte a ti misma. No hay nadie más que pueda pedir que sea mejor que tú. Aunque sólo sea por un año. No te está haciendo un favor al pedirlo. Tú le estás haciendo el favor a él. Y si es tan tonto como para arruinar esto de alguna manera… —Ella sonrió—. ...Yo seré tu coartada si le pasa algo a ese elegante auto suyo. Sé cómo es.
🥺🥺❤️❤️