El sendero verdadero se refiere al noble sendero óctuple supramundano (ariya aṭṭhaṇgika magga, āryāṣṭāṇgamārga) que lleva al nibbāna. Para desarrollarlo, debemos cultivar primero el sendero óctuple ordinario practicando una conducta ética, los cuatro asentamientos de la atención y la correcta concentración mundana. Cuando nuestra concentración aumente y nuestra comprensión de que cuerpo, sentimientos,