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Libros
Ray Bradbury

La bruja abril y otros cuentos

  • Marcela Osegueracompartió una citahace 3 años
    –Esa es su vida –dijo McDunn–. La de quien siempre espera a alguien que nunca vuelve. La de quien siempre ama a alguien más de lo que ese alguien lo ama a él. Y al cabo de un tiempo quiere destruirlo, para que no pueda volver a hacerle daño a él.
  • bonjourmipikikacompartió una citahace 13 días
    Aprendió que en este mundo no se puede amar demasiado a nada
  • bonjourmipikikacompartió una citahace 14 días
    pero ahora estás solo, totalmente solo en un mundo que no está hecho para ti, por lo que te tienes que ocultar.
  • bonjourmipikikacompartió una citahace 14 días
    No, Johnny, nosotros somos los imposibles. Eso es como ha sido siempre desde hace diez millones de años
  • bonjourmipikikacompartió una citahace 14 días
    odos los que lo oigan sabrán de la tristeza de la eternidad y de la brevedad de la vida».
  • bonjourmipikikacompartió una citahace 14 días
    haré una voz que sea como una cama vacía al lado de ti durante la noche,
  • Alexa Tinococompartió una citahace 22 días
    Allí dentro, en las frías aguas, lejos de tierra, todas las noches esperábamos la llegada de la niebla, y llegaba
  • Juan Diego Quinayas Lunacompartió una citael mes pasado
    elevaba como una paloma, suave igual que el blanco armiño, se detenía en los árboles y vivía en las flores, bañándose con pétalos cuando soplaba la brisa. Se posaba como una rana verde lima, fría como la menta, junto a un charco brillante. Trotaba como un perro peludo y ladraba al oír ecos desde los lejanos graneros. Vivía en la nueva hierba de abril, en los dulces líquidos claros que manaban de la tierra con olor a almizcle
  • Juan Diego Quinayas Lunacompartió una citael mes pasado
    de un río, de un estanque, de una carretera, volaba Cecy. Invisible como los vientos nuevos de primavera, fresca como el aliento del trébol alzándose de los campos en el crepúsculo, volaba. Se elevaba como una paloma, suave igual que el blanco armiño, se detenía en los árboles y vivía en las flores, bañándose con pétalos cuando soplaba la brisa. Se posaba como una rana verde lima, fría como la menta, junto a un charco brillante. Trotaba como un perro peludo y ladraba al oír ecos desde los lejanos graneros. Vivía en la nueva hierba de abril, en los dulces líquidos claros que manaban de la tierra con olor a almizcle.
    «Es primavera –pensó Cecy–. Esta noche estaré en todas las cosas vivas del mundo.»
    Ora habitaba limpio
  • a01711776compartió una citael mes pasado
    –... para bailar –murmuró Ann Leary.
    Luego se metió en la bañera y la espuma cubrió sus blancos hombros y formó pequeños nidos de jabón debajo de sus brazos, y la carne de sus cálidos pechos se agitaba entre sus manos, y Cecy le movía la boca haciéndola sonreír, manteniéndola en acción.
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