puedes controlar lo que ellos dicen, pero puedes controlar lo que tú dices. No dejes que te vean sudar. Desvía la atención si es necesario, recupera el poder y dirige
la conversación hacia donde quieres que vaya. Tú eres la princesa. No te acobardas ante nadie. Elin daba miedo, pero era buena, y me tomé su consejo al pie de la letra mientras luchaba por no morder el anzuelo de Rhys.
Uno... dos... tres...